Se podrán decir muchas cosas y surgirán los más diversos análisis de la derrota de Chile ante Alemania en la final de la Copa de las Confederaciones en Rusia, pero lo concreto es que el balance entrega conclusiones importantes que conviene tener en cuenta.
Lo primero es reconocer que esta selección chilena, ha vuelto a poner el nombre de nuestro país en el primer plano del futbol mundial, cosechando elogios en todo el planeta y lo que es mas importante, el respeto y la admiración de sus pares, quienes destacan el estilo, la filosofía y el mecanizado juego colectivo de este equipo de guerreros. A pesar de la derrota en la final, nadie pone en duda, la capacidad de de estos futbolistas dirigidos por Pizzi.
Sin embargo, es bueno hacer un análisis más objetivo, para encontrar algunos aspectos que nos deberían preocupar de cara al futuro, como por ejemplo:
Esta selección de Chile fue la de mayor promedio de edad en el torneo
Chile fue el equipo que menos jugadores ocupo en el desarrollo del campeonato.
Chile fue finalista con un solo triunfo en cancha y con solo cuatro goles en todo el certamen.
En medio de la tristeza de la mayoría y el jolgorio de los fanáticos, es oportuno poner una cuota de objetividad al debate, de cómo podemos mejorar esos aspectos anteriormente mencionados, para evitar que esta exitosa etapa, no se termine, se mantenga en el tiempo y no ocurra lo que pasó en el Tenis.
No cabe duda alguna que esta generación todavía puede seguir haciendo historia en un corto plazo(clasificatorias y mundial) no obstante vale la pena sacar lecciones y ponerse a trabajar poniendo hincapié en el recambio que el futuro exige. No es fácil hacerlo de la noche a la mañana, pero es imperativo buscar las formulas para fortalecer las bases, que permitan que el futbol chileno siga por esta senda.
Es responsabilidad de los clubes, seguir sacando jugadores con talla de crack, tales como Vidal, Sanchez, Bravo,Medel, Aranguiz ,etc. Para aquello hay que mejorar la competividad en la liga local, y tratar de retener lo que más se pueda a las figuras emergentes, con incentivos de diferente índole, para evitar el éxodo masivo en la etapa de formación. Cómo quisiéramos que no se acabe esta generación, pero llegará el momento de reemplazarlos y hay que estar preparado, para cuando llegue ese momento.
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