Con una masiva asistencia, este viernes se realizó el último paso del Biotren por la megaestructura inaugurada en 1889, que sella el cierre definitivo de un emblema que data del siglo XIX y que ha sido clave para el transporte de pasajeros y el fortalecimiento de las vocaciones productivas de esta zona del país.
Se erigió como una de las obras más audaces de la ingeniería latinoamericana del siglo XIX, con 1.865 metros de longitud, y fue testigo del paso de trenes a vapor cargados de carbón, hasta convoyes eléctricos del Biotren. Hablamos del centenario puente ferroviario sobre el río Biobío, inaugurado en 1889 y construido con material importado desde Inglaterra, que este viernes tras 136 años, vivió el último paso de un tren por su estructura, en una jornada cargada de simbolismo, emoción y memoria.
Al respecto, Jorge Solorza Estévez, gerente general de EFE Trenes de Chile, dijo que, "el cierre de este emblemático viaducto marca el fin de una era, pero también el inicio de un nuevo capítulo en nuestra historia ferroviaria. Estamos a punto de inaugurar un puente moderno que no solo mejorará la infraestructura, sino que también fortalecerá nuestras conexiones y abrirá nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social".
El momento comenzó en la Estación Intermodal de Concepción donde llegaron cientos de familias, autoridades regionales, gremiales y académicos, para ser testigos de un momento que quedará grabado en la memoria regional.
Y es que se sintió la emoción de la despedida. La ayudante de maquinista, Isabel Burgos, estuvo a cargo de dar la bienvenida a los pasajeros e invitados que participaron de este viaje que fue acompañado por Armando Cartes Montory, doctor en Historia y profesor titular de la Universidad de Concepción, quien, mientras el tren pasaba por última vez por la obra centenaria, fue relatando diversos pasajes de su historia, que soportó sismos, modernizaciones y crecidas históricas del río, como la registrada en 2006.
Nelson Hernández Roldán, gerente general de EFE Sur, tras finalizar el último viaje comercial del Biotren sobre el centenario viaducto, comentó que, "hoy no solo despedimos un puente, despedimos una parte viva de nuestra historia. Durante más de un siglo este viaducto fue testigo silencioso del desarrollo de la región, del ir y venir de cientos de generaciones, del esfuerzo de quienes trabajan y han trabajado las vocaciones productivas de nuestro territorio y de un legado que nos conecta con nuestras raíces. Es un momento profundamente emotivo para todos los que creemos en el ferrocarril como motor de progreso”.
La obra fue ejecutada por la firma británica Manby & Co con diseño del ingeniero Edward John Theodore Manby y contó con la colaboración del ingeniero chileno Domingo Víctor Santa María, pionero mundial en desarrollar fórmulas empíricas de socavación fluvial en puentes. Su construcción fue parte del auge del carbón en la región, bajo el liderazgo de Luis Cousiño, y como parte del ramal Concepción - Curanilahue. Su historia incluye hitos como el traspaso al Estado en 1957 y más recientemente, su uso hasta hoy como parte de la red Biotren.
Adiós al puente
Luego del último viaje sobre el viaducto centenario, Hernández Roldán destacó que, "decir adiós a este puente es un hecho único en la historia de Chile. Si bien lo despedimos con nostalgia, su cierre abre paso a una nueva era ferroviaria. En los próximos días inauguraremos un puente más moderno y eficiente, que nos permitirá seguir conectando a las personas, generando oportunidades y aportando al desarrollo de la región. Desde EFE Sur nos sentimos orgullosos de continuar una historia ferroviaria que sigue escribiendo capítulos memorables”.
Este nuevo ciclo comenzará oficialmente el próximo 21 de julio, con la inauguración del nuevo Puente Ferroviario Biobío, una obra parte del Plan Maestro que desarrolla EFE en la región y que contempla 8 proyectos destinados a marcar el futuro del transporte para las próximas décadas.
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