Un espacio cultural y recreativo para niñas y niños que fomente la cultura musical mapuche fue la idea con la que surgió la Escuela Walüng Leufü, en barrio Flora Nativa de Lebu y que fue postulada bajo el área multisectorial del Programa Quiero mi Barrio.
“Estamos felices de aportar al rescate de la identidad del pueblo mapuche y recuperar sus tradiciones a través de un trabajo entre nuestro equipo de profesionales que colaboraron en la postulación al Fondo Concursable del Gore y la comunidad. Una de las mayores virtudes de nuestro programa es que podemos llevar recursos de otras instituciones de Gobierno hasta los barrios para poder hacer posible los sueños vecinales. En este caso, las familias, en su mayoría de origen mapuche, solicitaron apoyo con este concurso y se lo facilitamos por medio del conocimiento de los profesionales que fueron pieza clave en la adjudicación de los fondos”, explicó Claudia Toledo, seremi de Vivienda y Urbanismo.
Los principales propulsores de la iniciativa son los miembros de la Mesa Territorial Lafkenche Leufü, 18 comunidades de Lebu que decidieron agruparse para poner en valor sus derechos, su cultura y cosmovisión mapuche, “es el primer proyecto al que nosotros postulamos y Quiero mi Barrio lo hizo posible porque con ellos postulamos. Nosotros no sabíamos de estos proyectos, entonces cuando llegó Quiero mi Barrio a Pehuén fue un apoyo fundamental para tener este taller y enseñarles a nuestros niños la música y así más adelante cuando tengamos actividades culturales ellos puedan estar ahí acompañando a los ancianos”, señaló Gloria Fernández, tesorera de la mesa territorial Lafkenche y secretaria del Consejo Vecinal de Desarrollo.
Diversas expresiones artísticas de la cultura mapuche, ejecución de instrumentos, representación escenográfica de la obra “Historia de amor entre el sol y la luna” y dominio de técnica vocal y expresión corporal, son algunas temáticas desarrolladas por niñas y niños, “a mí me pareció bien que nos den esta oportunidad para que no se pierda nuestra cultura mapuche. Me ha encantado, he aprendido el kultrun y otros instrumentos que antes no sabía tocar. Ojalá participen, aunque sea una sola vez en su vida es una experiencia muy bonita, la cultura sus bailes sus tradiciones, para los que no han estado nunca yo creo que les va a encantar igual como me encanta a mí”, señaló María José Caripán, de 12 años.
El espacio, se ha transformado en el segundo hogar de los niños y niñas, que por un periodo de tres meses han accedido no solo a conocimientos ancestrales, sino que, además, han creado vínculos, fortaleciendo la identidad con su barrio y su comunidad, “acá no tenemos mucho tema de recreación, entonces el taller para ellos fue sacarlos del ambiente de la casa y traerlos a un lugar donde aprenden parte de su cultura. Para nosotros como familia es muy importante que los niños aprendan desde chiquititos su cultura mapuche”, añadió Gloria Fernández.
La escuela ha llevado hasta Flora Nativa una verdadera integración cultural, ya que no solo se han levantado las tradiciones del territorio Leufü, sino que, además, se ha incorporado la participación al taller de menores que no son mapuche, extendiendo la cultura no solo a nuevas generaciones, sino que además a nuevas visiones.
Se espera que la iniciativa perdure en el tiempo con la dotación de instrumentos musicales que quedan a disposición de la mesa territorial para que en el futuro puedan seguir postulando a proyectos, contando ya con una base
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