Me parece que la llegada de Martin Lazarte a la Selección Nacional no se produjo de la forma más adecuada y profesional que digamos, lo digo porque el técnico debió haber tenido el tiempo necesario para asumir a cabalidad este cargo tan importante y además que hubo un gran porcentaje de improvisación por parte de los dirigentes, había muchos candidatos que se fueron cayendo y nunca se habló del técnico uruguayo, no existía la convicción y esto es preocupante de cara al futuro, las clasificatorias están a la vuelta de la esquina y si quienes dirigen esta empresa no tienen la plena confianza en la persona que debe cambiar el rumbo de lo poco y deficiente que hizo Reinaldo Rueda, el objetivo se complica. Sin embargo aún falta camino por recorrer y el nuevo técnico necesita solo apoyo incondicional.
No fueron buenos los números ni tampoco son buenas las sensaciones de un nivel de juego aceptable durante los casi tres años de gestión del técnico colombiano, no obstante convengamos que no se fue en medio de una crisis futbolística o de una debacle como ocurrió en otras etapas o periodos del futbol chileno. Lo que sí creo, que se fue en un momento inoportuno considerando la cercanía con el reinicio del proceso clasificatorio rumbo a Qatar. Peor aún si agregamos la inoperancia descomunal por parte de la ANFP, que se demoró una eternidad para encontrar su reemplazante.
El gran déficit del Colombiano estuvo en la cancha, fuera de ella manejó el grupo sin grandes problemas, salvo las secuelas de la relación entre Vidal y Bravo, la cual terminó en una reconciliación diplomática, propiciada por él y que por lo menos permitió recuperar al arquero del Real Betis para la Selección. Se ha dicho que Rueda supo congeniar con los futbolistas y que impuso sus términos en momentos complicados al interior del vestuario, sin transar la disciplina o el comportamiento de aquellos jugadores referentes y de carácter difícil, sin embargo esto no sirvió para cohesionarlos dentro de campo de juego, nuestra Selección nunca tuvo un sello futbolístico con el cafetero, Chile perdió lo que mejor tenía, el juego colectivo y la consistencia física para someter a los rivales, independiente de los futbolistas que tuvo a su cargo. Se le critica también por la falta de recambio, lo que me parece es lo que menos podría ponerlo en tela de juicio, porque siempre trató de buscar nuevos futbolistas, dentro del escaso universo que ofrece el futbol chileno en materia de jugadores con proyección y futuros reemplazantes de los ya conocidos. Seamos objetivos, no hay más de lo que Rueda convocó en todo el periodo que estuvo a cargo del equipo de todos.
Creo que la llegada de un Director Deportivo europeo, como es el caso del español podría mejorar ese déficit tan notorio de nuestro futbol, tarea nada de fácil, que tampoco asegura resultados inmediatos. Es un proceso largo y que requiere paciencia y comprensión de todos los estamentos involucrados. Lo más imperioso es reencontrase con un mejor rendimiento y con los triunfos en las clasificatorias para seguir manteniendo la ilusión de volver a un Mundial. Tarea nada de fácil pero no imposible para Lazarte quien deberá asumir este desafío. Esperemos que se recupere la mística y la confianza de los futbolistas referentes para contagiar al resto y así hacer prevalecer el juego de equipo por sobre las individualidades, ese debería ser siempre el predicamento, porque no somos un país que produzca figuras de nivel mundial a cada rato.
Confiemos en que el nuevo técnico pueda imponer sus términos, se trata de un hombre con carácter y muy cercano a los futbolistas, motivador y con gran manejo dentro y fuera del camarín, lo cual es relevante, asumiendo que hay antecedentes no muy buenos en esa materia. Sin embargo lo más urgente es conseguir resultados inmediatos, considerando el pobre registro de Rueda en los primeros cuatro partidos. Será un camino pedregoso, que pondrá a prueba la capacidad de Lazarte, no esperemos que nuestra Selección vuelva a jugar como antes, solo dejemos que se recupere la confianza, la fe y el optimismo en todo el medio y que el hincha recupere esa cercanía con el equipo de todos, de nada sirve poner palos en el camino, es ahora donde más se necesita la cohesión para aspirar a un cupo en el próximo mundial de Qatar. En hora buena
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