En la provincia de Arauco, cuesta creer que este fin de semana se desarrolló un proceso eleccionario de la coalición gobernante. La indiferencia fue tal, que parecía más una elección en Júpiter que una que involucraba directamente a quienes hoy ocupan cargos de poder. Funcionarios públicos ligados a partidos oficialistas —que ocupan cargos de confianza como seremis, directores de servicios o coordinadores regionales— brillaron por su ausencia. Poco y nada se les vio trabajando o colaborando con los candidatos que supuestamente los representan.
Y no vengan con que “como funcionarios públicos no pueden hacer campaña”. Todos sabemos que existen espacios legítimos fuera del horario laboral, en las tardes o los fines de semana, que tradicionalmente se han utilizado para apoyar procesos políticos. Existen canales formales para realizar aportes a las campañas, y más de alguno recibe un sueldo que no se gana por concurso público, sino por ser parte de la estructura política que hoy gobierna. La misma que competía en estas primarias.
¿Será que muchos ya se ven fuera? ¿Temen un cambio de ciclo y prefieren no incomodar al próximo gobierno? ¿O están guardando perfil para postularse a algún cargo en futuras elecciones? Lo cierto es que no basta con publicar una tímida opinión en Facebook ni con aparecer el domingo para depositar el voto. El compromiso político, si es real, debe manifestarse con convicción, trabajo y presencia.
¿Por qué decimo lo anterior? Porque el resultado de estas primarias convive con un dato perturbador:
De un padrón total de 147.668 personas habilitadas para votar, solo 7.381 participaron. Es decir, el 95% de los electores no acudió a las urnas, una señal crítica de desafección cívica o desinterés por el proceso.
La participación promedio fue de apenas 5,00%. En ningún territorio se superó el 6%. La comuna con mayor participación fue Arauco, con un 5,71%, y las más bajas fueron Cañete, Contulmo y Tirúa, todas en torno al 4%. ¿De verdad esos son los porcentajes que representan al gobierno hoy?
Estos números no solo evidencian una baja participación, sino una profunda crisis de representatividad política y confianza pública de quienes están en el gobierno.
LAS PRIMARIAS EN NÚMEROS
El resultados de las Primarias presidenciales oficialista en las comunas de la Provincia de Arauco indican que Jeannette Jara obtuvo una victoria abrumadora, con 4.782 votos, lo que representa el 64,79% del total de sufragios válidamente emitidos. La siguió Carolina Tohá con 1.911 votos (25,89%), Gonzalo Winter con 488 (6,61%) y Jaime Mulet con 200 (2,71%). Jara se impuso en todas las comunas, con especial fuerza en Arauco, Curanilahue y Lebu.
Aunque Jeannette Jara ganó con amplia ventaja, lo hizo en un escenario donde la ciudadanía no se manifestó masivamente, lo que quizás limita la legitimidad real del proceso y deja preguntas abiertas: ¿Por qué no votamos? ¿Qué representa esta elección para la gente común? ¿Qué no estamos viendo desde las instituciones?
Otras Conclusiones
- Desinterés masivo: De cada 100 personas que podían votar en la provincia, solo 5 lo hicieron. Esta cifra es crítica, y deja en evidencia que la mayoría de la población no siente que este tipo de elección les represente o les convoque.
- Cañete, Contulmo y Tirúa a la baja: Estas comunas presentan las tasas de participación más bajas, todas cercanas al 4%, lo que refleja una desconexión aún más pronunciada, posiblemente influida por factores estructurales, geográficos o políticos.
- Ninguna comuna superó siquiera el 6% de participación, lo que sugiere que el fenómeno de abstención no es puntual, sino sistémico en toda la provincia.
- Problemas estructurales de representación: Aunque hubo votación, la representatividad real de cualquier resultado es mínima, lo que debe llamar a una revisión profunda de las formas de convocatoria y los incentivos al voto.
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