Parece inimaginable que de un día para otro un miserable virus haya trastocado tan radicalmente nuestras vidas y hoy nos tenga encerrados, sólo rememorando experiencias pasadas. Entonces, ¿Cómo no recordar nuestras fiestas de aniversario hospitalario? Esas, en que terminábamos casi muertos, porque además de cumplir religiosamente con nuestro trabajo, debíamos competir para sacar reina.
Leer más