El deporte de Cañete está de luto tras la muerte de Jorge Maldonado Gatica. Un hombre identificado con los colores del Club Deportivo Juvenil y que trascendió desde la vereda dirigencial, hasta transformarse en el dirigente más importante de una de las mejores épocas del deporte cañetino.
Dirigentes como él ya no existen, su amor por la camiseta verde de su club fue incondicional, nunca se restó de alguna iniciativa o proyecto que significara un aporte al desarrollo de la institución, siempre buscando lo mejor para sus socios. El gimnasio fue su caballito de batalla y no fue el pilar fundamental en su construcción, no escatimó esfuerzo y recursos propios para que esta obra monumental tuviera éxito. Que bueno que haya podido inaugurarlo y disfrutarlo con orgullo.
No obstante la importancia y el significado de su aporte al club que le dedicaba parte del día y donde casi siempre sacrificaba el descanso familiar , Jorge Maldonado también fue un dirigente con responsabilidades superiores en una época donde el país atravesaba por una etapa política muy compleja.
Como Presidente del Consejo Local de Deporte entregó toda su capacidad al servicio de toda la comuna y más temprano que tarde llegaron los buenos resultados de su gestión. Difícil resultará olvidar aquellas inolvidables jornadas en diferentes escenarios deportivos, donde los cañetinos disfrutaban de diversos eventos locales, provinciales y regionales. Eran los tiempos donde la actividad deportiva formaba parte de la vida cotidiana, ofreciendo variada cartelera de buenos y atractivos espectáculos.
A pesar de que siempre defendió con fuerza su identificación con Juvenil, su gestión en la testera del organismo deportivo comunal fue mirando el bienestar de todos los deportistas , ampliando el campo de acción en la mayor cantidad de disciplinas, quizás por esta razón es que casi siempre recibió un apoyo transversal y el reconocimiento de toda la comunidad deportiva. Su labor y su forma de trabajar deja un legado que ojalá se pueda aprovechar por las nuevas generaciones de dirigentes que cumplen una función apostólica en estos tiempos modernos, con tantas actividades que compiten con el deporte y donde la tarea del dirigente de carácter amateur es sencillamente titánica.
Honrado me siento de haber participado de muchos de sus proyecto desde mi espacio radial y también de haber sido su amigo. Aprendí mucho de su vocación y su incansable lucha por conseguir lo que se proponía. Se le recordará por siempre como un hombre bueno y generoso, cualidades que puso al servicio del deporte. Estoy seguro que ahora desde el cielo iluminará el mejor camino para su Club y también el de todo el deporte de Cañete.
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