Mario Galvani nos recuerda sus años mozos como entrevistador y comentarista deportivo a propósito del tremendo logro de Manuel Pellegrini, fue uno de sus entrevistados recurrentes en la época de jugador.
Muchas fueron las acaloradas discusiones con algunos colegas de la época, respecto a la verdadera capacidad de Manuel Pellegrini como Entrenador cuando el ingeniero hacía sus primeras armas en el futbol profesional chileno. Sobre todo tras su comentada y recordada experiencia como técnico de la U. de chile al momento del descenso.
Variadas fueron las reacciones y las críticas sobre su responsabilidad en aquel fracaso deportivo de la U. y muchos lo crucificaron llegando a decir que no tenía dedos para el piano y que no tendría ningún futuro como técnico. Fuimos pocos quienes creíamos que las condiciones y la capacidad estaban como para llegar lejos y revertir aquella mala imagen que había dejado luego de la caída de los azules a la Segunda División.
Siempre he creído y sigo creyendo que los resultados no es lo único que hace un Director Técnico mejor que otro. A mi juicio lo que realmente marca la diferencia es el legado de un entrenador en materia de trabajo, filosofía y profesionalismo. Pellegrini tiene esa virtud porque en todos los clubes donde ha estado, algo ha dejado, a pesar de no haber ganado campeonatos como por Ejm. Palestino, O’Higgins, Villarreal y Málaga. Clubes que mejoraron notablemente en infraestructura, organización y profesionalismo.
Todavía recuerdo cuando en Palestino solicitó a la dirigencia una serie de mejoras en el Estadio De La cisterna para que los jugadores tuvieran mayores comodidades y se quedaba hasta largas horas después de los entrenamientos para supervisar los trabajos. Estaba preocupado del más mínimo detalle. Cancha, Ropa, Sala de Maquinas etc. Conversaba con los jugadores jóvenes para conocer sus inquietudes y ayudarlos en lo que fuera necesario para que cumplieran con las obligaciones de un profesional del futbol.
Todo lo posterior es historia más conocida. Su paso por la U. Católica donde dirigió un equipo con grandes figuras como Gorosito, Acosta, Vásquez y otros que los hinchas cruzados aún recuerdan; No obstante no consiguió los éxitos esperados, lo que a la postre reabrió el debate sobre su real capacidad. Ecuador, Argentina, España y ahora Inglaterra supieron de sus cualidades y valoraron en su real dimensión la capacidad de este ingeniero, el cual fiel a sus convicciones y sin apartarse ni un milímetro de su filosofía heredada de su maestro y mentor Fernando Riera, ahora abraza el éxito en el país que inventó el futbol y donde se le rinde pleitesía por su integral capacidad.
No es exagerado entonces señalar que estamos en presencia de un técnico de futbol distinto y con méritos de sobra para catalogarlo como el mejor técnico de la historia del futbol chileno. Muchos seguramente no estarán de acuerdo conmigo, pero lo único que le puedo decir es que yo conozco su trabajo y mi opinión no cambiará si por esas cosas del futbol los resultados le dan vuelta la espalda.
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