Agrupación Cultural Festival de Cine Caverna Benavides organizador del Festival Internacional de Cine de Lebu y Biobío Conecta, con el financiamiento del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio y la Colaboración de la Universidad San Sebastián, Sede Concepción, dan inicio al taller de formación audiovisual profesional para mujeres del Biobío.
La escena se repite a diario en las aulas de la Universidad San Sebastián: cuadernos abiertos, guiones en revisión, storyboards en construcción y un murmullo constante de ideas que se cruzan. Son las 32 realizadoras seleccionadas para el Taller de Formación Profesional para Mujeres del Biobío, una instancia inédita organizada por la Agrupación Cultural Festival de Cine Caverna Benavides junto al Festival Internacional de Cine de Lebu y Biobío Conecta, con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Voces que orientan
El verdadero pulso del taller lo marcan las mentoras, mujeres que desde distintas veredas de la industria entregan claves para transformar proyectos en obras viables.
“Agradezco enormemente esta oportunidad de encontrarse con mujeres, sus ideas, pasiones y ganas de realizar sus obras con tanto ímpetu. Es importante para que nuestra industria crezca y se produzca esta instancia de dar conocimiento y asesorar su próximo trabajo”, señala Paola Zoccola, experta en Producción General.
En paralelo, la periodista y académica Mónica Reyes Poblete enfatiza la importancia de dar proyección a cada propuesta: “Ha sido un hermoso desafío mentorear a un grupo tan diverso y creativo de mujeres audiovisuales. Estoy convencida que saldrán obras de impacto y directoras fortalecidas”.
Desde la distribución, la gerente de programación de Cinépolis Chile, Giovana Escuti, recuerda que una película debe pensar desde el inicio en su futuro recorrido: “Me parece clave que desde un inicio se imparta la realidad de los mercados y cómo se mueven las industrias. Con esa información se construyen planes más sólidos para el futuro. El entusiasmo y la pasión de las presentes es emocionante de oír y sentir”.
La dirección de arte, por su parte, encuentra en Bernardita Baeza un espacio de reflexión estética: “Encontrarse con un grupo tan grande y diverso de mujeres que tienen una historia que contar es maravilloso. Historias tan distintas, estéticas absolutamente diferentes… Poder aportar aunque sea un granito es gratificante y necesario en un país tan centralizado”.
Por su parte, Claudia Pino, Directora de Cinelebu y Biobío Conecta, y mentora en la clase de Producción Ejecutiva, subrayó la importancia de la iniciativa: "Este es un taller inédito en Chile. No solo estamos entregando herramientas de primer nivel para potenciar a mujeres con un talento inmenso, sino que estamos invirtiendo directamente en el desarrollo de la industria local. Cada proyecto que fortalecemos es un paso más para consolidar al Biobío como un polo audiovisual potente y descentralizado".
Las palabras de las mentoras se entrelazan con los anhelos de las seleccionadas, cuyas propuestas reflejan la diversidad territorial y creativa del Biobío.
En animación, sobresalen Crisis crujiente de Leonor Cifuentes (Coronel) y Angela Contreras (Concepción); Plutón y las mariposas de Valentina Arteaga (Tomé); Null de Antonia Alzola (Concepción); y el largometraje The Forbidden Ritual de Capriccia Barrios y Constanza Quilapi (Concepción).
La ficción se nutre de cortos como Sólo tienes 5 minutos de Josefa Díaz (San Pedro de la Paz), Ecos de nadie de Ignacia Bravo (Coronel) y Anndrea Demangel (Talcahuano), y Ecos de Camila Troncoso (Coronel). A ellas se suman largometrajes como Dalia el hada y el vagabundo de Panchi Sepúlveda (Coronel), Semisalbajes de Claudia Inostroza (Chiguayante) y Camila González (Concepción), y Küdell: el miedo no se apaga con luz de Javiera Vargas (Coronel) y Camila González Yañez (Concepción).
El documental aporta miradas íntimas y colectivas: El Teatro Dormido de Pilar García Royo (Hualqui) y Monserrat Llorens (Concepción); Laguna de las negras de Sofía Fernández (Concepción); La Cofradía del Bardo de Karen Hermosilla y Jessica Rocha (Los Álamos); y Roa de Macarena Roldán y María Inostroza (Concepción).
Cada una de estas historias llega al taller con una inquietud común: aprender a transformar ideas en proyectos sólidos, con capacidad de llegar a circuitos nacionales e internacionales.
El desafío del pitch
El programa culminará con un ejercicio clave: la defensa de un pitch. No se trata solo de explicar una película en pocos minutos, sino de convencer a agentes de mercado, coproductores y festivales de que esa obra merece existir. Según las bases, las participantes deberán presentar un dossier profesional y exponerlo ante especialistas nacionales e internacionales, un entrenamiento que simula la realidad de la industria y que las prepara para Biobío Conecta 2026.
Un futuro que comienza aquí
Con becas de alojamiento para quienes viajan desde otras provincias, acceso remoto para madres y cuidadoras, y certificación universitaria, este taller no solo abre oportunidades de formación: construye comunidad, confianza y redes.
El 27 de septiembre, cuando cada realizadora presente su pitch, quedará claro que este encuentro fue mucho más que un curso intensivo. Fue un cruce de caminos entre la experiencia y la inquietud; entre la certeza de las mentoras y el ímpetu de las nuevas voces del Biobío.
En un hito sin precedentes para la industria creativa local, un grupo de mujeres profesionales del sector, respaldadas por el festival Cinelebu, firmará el acta fundacional de la que será la primera organización de mujeres audiovisuales de la Región del Biobío. Este acto, que se llevará a cabo en la misma ceremonia de cierre, lo que formaliza un espacio clave para la articulación, visibilidad y desarrollo del talento en el territorio, marcando un antes y un después para el ecosistema audiovisual regional.
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