Cuesta referirse a este tema tan poco transparente, con tantas y variadas versiones de las partes involucradas. Me parece eso sí, que se trata de un asunto que sobrepasa el mundo del fútbol.
Hablo, por cierto, de la exclusión de Chile del grupo de países que supuestamente organizarían el mundial del año 2030 en este continente y que ha golpeado al país, a tal punto que el gobierno, a través de la cancillería y del propio Presidente, han manifestado su molestia por esta repentina y polémica decisión tomada por la FIFA.
No es fácil encontrar una verdad absoluta de los hechos que la motivaron, ya que las explicaciones y los argumentos entregados, tanto por el ente rector a nivel mundial como por la CONMEBOL, no son convincentes, primero para justificar el cambio de formato del torneo, y segundo, transparentar la exclusión de Chile de los partidos inaugurales que se jugarán en esta parte del continente.
Según la FIFA, se eligió a Uruguay por ser el primer país en organizar una Copa del mundo y también por ser el primer Campeón; a Argentina por ser el actual monarca; y a Paraguay por ser la sede de la CONMEBOL.
Independiente de los criterios que se usaron, creo que Chile se merece una buena explicación y no lo que se ha escuchado hasta el momento, es decir, solo argumentos débiles y de dudosa veracidad. Respecto a esto, no debería haber un doble discurso para defender con dignidad el derecho a que se esclarezcan los hechos, porque acá hay mucho en juego, aparte de los dineros involucrados.
Desde este punto de vista, lo que me preocupa es el poco peso que tiene el fútbol chileno en materia dirigencial, nunca y a pesar de tener personas en la vicepresidencia de la CONMEBOL y, en algunas ocasiones como funcionarios de la FIFA, se ha conseguido el respeto y el reconocimiento hacia la labor de nuestros dirigentes. Prueba de aquello, es que cuando nuestro país ha necesitado el respaldo de dichos organismos, poco o casi nada se ha logrado, por el contrario, siempre han sido implacables con el fútbol nacional.
En mi modesta opinión, me parece que a la Federación de Fútbol de Chile, le están pasando la cuenta temas que han desacomodado y molestado a la FIFA, como por ejemplo: la injerencia política y judicial en asuntos meramente deportivos, la falta de infraestructura de acuerdo a los estándares internacionales, la inestabilidad de nuestras competencias, la ausencia de público en los estadios, el escaso compromiso de los clubes de crecer en todos sus niveles, las rencillas dirigenciales en la ANFP. No cabe duda que todas estas falencias influyen y debemos convenir y reconocer que actualmente, y desde hace algunos años, el futbol chileno no pasa por un buen momento.
Es evidente que la escasa claridad en los argumentos esgrimidos por la FIFA y la CONMEBOL, han provocado que el tema se preste para muchas especulaciones. Ya está bueno que se termine con este tipo de cosas de dudosa transparencia y esperamos que se llegue hasta las últimas consecuencias para encontrar la verdad y que este bochorno marque un precedente para que no se repita nunca más. Del mismo modo, esperamos que no se relativicen ni se escondan nuestras culpas y responsabilidades. Sería bueno que se sacaran las más inteligentes conclusiones, para poder encontrar el camino definitivo a la excelencia y no volver a pasar por tan desagradable y vergonzosa sit
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