Aunque solo restan 4 meses para el inicio de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023, la fiesta del deporte mas grande en la historia de este país, la llegada de Harold Mayne-Nicholls a la dirección ejecutiva del comité organizador, es sin duda, una buena noticia. Si bien es cierto, que Chile ya sabe de estos desafíos que requieren el compromiso del Estado en su conjunto, lo que ocurrirá en Octubre y Noviembre, es una prueba de fuego en varios aspectos, porque a nivel organizativo la exigencia esta vez es mayor.
Por tal razón reconforta que por fin se haya tomado una decisión acertada, para conducir esta tremenda empresa, luego de una serie de errores y desaciertos. La experiencia del ex presidente de la ANF P, es prenda de garantía para enmendar el rumbo y acelerar el tranco en materia de infraestructura dando buen uso de los recursos que se han destinado para organizar de la mejor forma posible este evento continental y que esté a la altura de las circunstancias.
No cabe duda que Chile en los últimos años, ha logrado avances sustantivos en el desarrollo del deporte, pero aun estamos lejos de de otros países latinoamericanos que ya consiguieron un estatus a nivel mundial, como Brasil, Argentina, Cuba, Colombia, México, por ejm. Convengamos eso si, que en materia competitiva se han ido estrechando las distancias, prueba de aquello fueron los últimos resultados conseguidos por el Team Chile en los últimos juegos Panamericanos y Odesur. El desafío esta planteado ahora con un aditamento especial, porque seremos sede y por ende los objetivos son mas ambiciosos.
Como país, así como están las cosas, constituye una tarea titánica de trascendencia en distintos aspectos y hasta el momento se han ido cumpliendo las exigencias en todos los ámbitos, pero no exento de dificultades y contratiempos. Los recursos económicos asignados por el gobierno se hacen escasos y a veces insuficientes, considerando las necesidades que existen, sobre todo en materia de infraestructura. Difícil y muy relevante será la gestión de Mayne-Nicholls en todo este engranaje, porque el tiempo le juega en contra y también por los desencuentros y los errores que se han cometido desde que se inició el trabajo del comité organizador. Esperemos que todo se resuelva de la mejor forma posible, para que Chile una vez mas como en otras oportunidades, de un ejemplo al mundo de como ser un buen anfitrión.
Debo reconocer, que en un primer momento fui muy escéptico y me afloraron muchas dudas respecto a la viabilidad de este gran proyecto, pero la llegada del gestor del milagro de Bielsa en Chile, me hace cambiar mi percepción pesimista, no solo por las virtudes que tiene para el cargo, sino por la experiencia acumulada en sus largos años como dirigente deportivo en distintas esferas. Ojalá lo dejen trabajar tranquilo y pueda contar con el apoyo transversal de todos los estamentos involucrados. En hora buena.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***