Si no es el mejor partido en la historia de los mundiales, creo que pasa raspando. Al margen del resultado final en definición a penales, esta final de la Copa del Mundo, tuvo todos los condimentos de lo que debe ser un gran partido de futbol en una final de la copa del mundo, lo cual reivindica el futbol y para quienes tenían dudas, ratifica que no existe otro deporte más lindo en todo el planeta.
La gloria para Argentina y para Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, quien por fin pudo levantar una copa en este certamen. No podía ser el momento más oportuno, para que demostrara todo su talento y capacidad en beneficio de su selección, porque no existe una alegría más emocionante, que ganar una copa del mundo en un partido tan dramático y con resultado incierto hasta el final. La historia dirá que Argentina fue campeón mediante el expediente de los penales, sin embargo esta final, quedará en el recuerdo de los amantes del futbol en todo el mundo.
Hablar de justicia en el futbol es muy relativo, no obstante en esta ocasión, me parece que Argentina fue un justo ganador en Catar, debido a que supo sacar ventaja y aprovechar la fortuna de contar con el mejor futbolista del orbe en la actualidad, en un equipo disciplinado en el aspecto táctico y muy efectivo en el momento indicado del juego. El futbol, siempre fue, será y seguirá siendo un deporte colectivo, pero no cabe duda, que las individualidades juegan un papel preponderante, no hay mejor estrategia que en un equipo exista uno o más jugadores que desequilibran con su talento innato, y Argentina lo tuvo ahora con Messi y antes con Maradona.
Un reconocimiento especial para Francia, quien también aporto con los ingredientes necesarios para transformar este partido final, en una verdadera guinda de la torta de un mundial cuestionado, pero que pasará igualmente a formar una página importante en la historia de los mundiales gracias a este electrizante partido a la altura de las circunstancias.
Bienvenidos aquellos países que sin tradición futbolera, se metieron en instancias decisivas y compitieron de igual a igual con las grandes potencias, como Marruecos por ejemplo, primera selección Africana en clasificar a semifinales obteniendo el cuarto lugar. Esto indica que el futbol da oportunidades a todos sin excepción, de cumplir los sueños que parecían imposibles hace algunos años.
Alegría desbordada detrás de los Andes y felicidad en todo el continente, porque una vez más, la copa se ha quedado en este lado del mundo. Mención honrosa para Lionel Scaloni, el técnico de Argentina, que tuvo el inmenso mérito de reorganizar la selección Argentina, entregándole las herramientas tácticas, para recuperar la esencia del futbol argentino y lo más relevante, buscar y encontrar las fórmulas para acompañar de la mejor forma posible a Messi, algo que nunca antes pudieron hacer los técnicos que pasaron y se fueron, sin sacar provecho al mejor futbolista del planeta futbol.
Celebran nuestros vecinos, en un momento complicado, especialmente en materia económica. Esperemos que esta tremenda alegría que les dio el futbol, sirva para inyectarles fe y optimismo. En hora buena
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