El 21 de Mayo es para Chile una fecha histórica y de profundo significado patriótico, pero en Cañete lo es para el deporte y especialmente para todos aquellos que se identifican con los colores del Club Deportico Caupolicán.
Cumplir 100 años de existencia en la vida de las personas es un logro significativo y si se trata de una institución deportiva de carácter amateur es sin duda alguna un mérito de proporciones. No son muchos los clubes que se pueden vanagloriar por sobrevivir tantos años, sobre todo si consideramos los cambios que ha experimentado la sociedad en su conjunto y que ha traído por inercia dificultades de distinta índole en la vida de las personas. A raíz de esta metamorfosis, no resulta fácil otorgarle al quehacer cotidiano el tiempo que requiere y la atención necesaria a otras actividades fuera del trabajo y la familia. Por tal motivo, quienes logran zafarse de este verdadero autoexilio para dedicarle el tiempo y el espacio a la administración de una entidad recreativa, amateur y sin fines de lucro, son considerados verdaderos titanes del esfuerzo y el sacrificio.
No quiero introducirme de manera profunda en la historia de Caupolicán, porque es inevitable olvidar algunos pasajes y episodios de tantos años de actividad en diferentes ámbitos del deporte de Cañete, tampoco es mi intención ser injusto y hacer mención de algunos deportistas que vistieron esta camiseta y le dieron gloria y prestigio a este club, no obstante deseo permitirme el inmerecido derecho de recordar y simbolizar la grandeza histórica del Caupo en el más importante dirigente que ha tenido la institución, Rene Mario Soto y el mejor futbolista que tuve la oportunidad de ver vistiendo estos colores, José 'cocheca' Bello. Es altamente probable que mi opinión no sea del agrado y no reúna el consenso de todos los hinchas y pido de antemano disculpas si así fuera, pero de lo que si estoy seguro, que ambos tienen una página destacada en la historia del club.
Por último deseo enviar un afectuoso saludo a la familia del Caupolicán, mis respetos a los actuales, antiguos dirigentes y los que ya han partido al otro mundo. Siempre este club formará parte de mis recuerdos de niño, porque yo fui uno de los tantos que dieron sus primeros pasos en el deporte vistiendo esta camiseta. Afortunados y orgullosos deberían sentirse quienes ahora siguen escribiendo su historia.
Feliz Centenario querido Caupolicán
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