Desde diciembre de 2014 el Centro Regional de Estudios Ambientales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (CREA - UCSC), inició la ejecución del proyecto que busca fortalecer la competitividad del sector agroalimentario.
La iniciativa, patrocinada por la SEREMI de Agricultura de la Región del Bío Bío y por dos Organizaciones de Usuarios de Agua de la Provincia de Bío - Bío (Asociación de Canalistas del Canal Bío Bío Negrete y la Asociación Canal del Laja) busca adaptar, transferir y difundir un modelo de gestión de Calidad de Agua de Riego que permita reducir la asimetría de información en Organizaciones de Usuarios de Agua, medianos y pequeños agricultores, facilitando el ingreso a más y mejores mercados para contribuir a fortalecer la competitividad del sector agroalimentario en la región del Bío Bío.
Para esto se desarrollará un modelo de diagnóstico de calidad de agua en redes de canales seleccionadas, considerando metodologías consolidadas y probadas a nivel internacional, así lo indica Robinson Sáez, jefe de administración de CREA-UCSC “el proyecto nace tras un trabajo con agricultores y regantes de la Región del Bío Bío. Tiene que ver con un tema muy importante para ellos que es la calidad del agua. La idea es desarrollar un modelo que está probado en otras partes del mundo y aplicarlo en la Región para mejorar los estándares de producción y poder insertar los productos locales en mercados más exigentes”.
En ese sentido el titular del agro regional, Rodrigo García, valoró y respaldó la iniciativa “El proyecto tiene dos objetivos principales, establecer una metodología para evaluar la calidad del agua de riego y poder identificar las fuentes de contaminación. El fin último de esto es obtener alimentos inocuos que podamos certificar que han sido regados con aguas libres de contaminación. Va ayudar a agricultores de dos canales de la provincia Bío Bío y permitirá replicarlo en otras organizaciones de regantes de la región” señaló.
El proyecto, de 24 meses de duración, recibió un subsidio de CORFO superior a los 149 millones y cuenta con un aporte de la Universidad, a través del Centro de Estudios Ambientales de más de 26 millones de pesos, lo que servirá para desarrollar un modelo de gestión de calidad de aguas y buenas prácticas agrícolas a nivel organizacional, el que será transferido mediante implementación de experiencias pilotos en los territorios a trabajar. Finalmente, estas innovaciones serán difundidas y transferidas a otros actores relevantes a nivel regional y nacional mediantes seminarios y programas de capacitación orientados a actores públicos y privados.
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