"Cañete perdió a uno de sus hijos destacados", así resumió el alcalde de Cañete Jorge Radonich, la repentina partida del joven carabinero y padre de tres hijos, Óscar Galindo Saravia, en su discurso pronunciado en el Cementerio Municipal, donde en representación de la comunidad, despidió al joven policía asesinado el miércoles pasado, por delincuentes, en la región Metropolitana.
Radonich lo describió como una persona bondadosa que sentía amor por su familia, prójimo e institución.
"Óscar cruzó los anchos zurcos de su existencia y fue depositando en ellos la simiente generosa que anidaba en su alma bondadosa. Fructificó en amistad, pobló la tierra de buenas acciones que le hicieron de él la expresión más firme de la bondad, solidaridad, amor a su familia, prójimo y a su institución", expresó.
Ante las cientos de personas que llegaron al campo santo para despedir al nuevo mártir de Carabineros, con voz firme, Radonich exigió justicia y mano dura para la delincuencia y el narcotráfico.
"Basta de muertes de personas buenas y respetables como Óscar, exigimos justicia verdadera y eficaz, mano dura y más atribuciones para quienes tienen el deber de enfrentar a grupos organizados de delincuentes y narcotraficantes poderosos que no miden al momento de actuar y poco les importa la vida de los demás".
"Desde esta tierra indómita, histórica y maravillosa pedimos que la justicia sea implacable con quienes delinquen y asesinan sin remordimiento", finalizó.
Una hora antes, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, se realizó la ceremonia religiosa, la cual contó con la presencia del Ministro del Interior Andrés Chadwick y del General Director de Carabineros, Hermes Soto, entre otras autoridades policiales, civiles y militares.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***