Francisco Flores escribe un tributo lleno de amor y nostalgia dedicado a su querida sobrina, reflejando el dolor profundo por su temprana partida, marcada por una enfermedad que no pudo superar.
A mi "sobrina favorita" Susana Andrea Fredes Flores.
Aún recuerdo claramente cuando mi abuela Hortencia Arriagada Torres mientras nos peinaba aquel día 11 de abril de 1963 nos decía a mi hermano Luis y a mí que en cuanto supiéramos la noticia viniéramos a dársela.
En la puerta de maternidad del viejo hospital de Cañete nos comunicaron junto a nuestro padre que teníamos una hermanita lo que lo contrarió enormemente por ser un machista recalcitrante, no reaccionó de la misma manera mi abuelita quién batió palmas de alegría y gozo.
Como "castigo" celestial a mi padre luego nacieron dos niñas más quienes con el tiempo fueron su alegría y contentamiento en sus días en que la vejez llegaba a pasos agigantados.
Por el año 1964 al comenzar la edad escolar conocí varios alumnos que se convirtieron en mis amigos por mucho tiempo. Entre ellos destaco la presencia de Claudino Fredes Torres que venía del sector de Tucapel Alto, y a decir verdad no fuimos muy amigos, siempre hubo algo que nos distanciaba.
Una vez terminada la etapa de educación básica tomamos caminos diferentes cada uno según sus proyectos de vida, unos al Liceo otros al Instituto Comercial otros al trabajo.
Mis hermanas según ley de la vida fueron creciendo y asistiendo a la Escuela de Niñas N° 2 de Cañete yo me fui de la casa y en una de mis visitas me encontré con la novedad que mi hermanita Anita María estaba pololeando con Claudino Fredes.
Me vine a Santiago buscando mejores expectativas de vida en 1979 pero en marzo de 1980 falleció mi abuelita Hortencia y al regresar a Cañete y pasar a saludar a los amigos en Radio Millaray se me ofreció la posibilidad de retornar cosa que hice una vez finalizado el mes de marzo.
El "pololeo" de mi hermana con Nino (así se le nombraba) ya había tomado un rumbo serio y había planes de matrimonio que se concretaron el día 07 de junio de 1980 en el Registro Civil de Cañete, Anita María tenía entonces 17 años.
Mi ahora cuñado desde siempre se mostró como un buen esposo además de un entusiasta trabajador y dispuesto a complacer a su esposa en todo lo que estuviera al alcance de sus posibilidades.
Al final de 1980 regresé a Santiago definitivamente para viajar a Cañete solo esporádicamente de visita; al matrimonio Fredes-Flores les nació Claudio el primogénito y parecía que eso sería todo.
En octubre de 1983 nació en Santiago mi hija Francisca motivo por el que mi madre viajó para conocer a su nieta, se hizo acompañar de su nieto amado Edgardo, hijo de mi hermana Norma; que tenía algo así como 3 años de edad.
Fué entre las conversaciones informales que mi madre nos confidenció que al parecer Anita María estaba embarazada, noticia que nos alegró a todos.
No tengo la fecha pero en 1984 nació mi sobrina Susana Andrea que con el tiempo debido a las bromas que nos hacíamos le otorgué el título de "sobrina favorita".
En el año 1996 y 97 consecutivamente la familia Flores-Cadín nos fuimos a Cañete de vacaciones y desde allí a las playas del sector de Millaneco en Lebu lugar donde las primas Francisca y Susana casi se nos pierden en la arena porque las cubrimos totalmente que después no sabíamos donde estaban.
Susana vino con nosotros para Santiago permaneciendo acá no recuerdo bien pero fue más de un mes. Mi cuñado quería venir a buscarla y no lo hacía porque estaba en mi casa, según sus palabras.
Las visitas a Cañete se distanciaron por "dejación" y no pude ver el proceso de crecimiento de varios de mis sobrinos; especialmente de mi "sobrina favorita" pero igual sabía de sus progresos en lo referente a estudios y luego entrada al campo laboral.
En mayo del 2001 sufrimos un golpe muy duro con el fallecimiento de mi hermana Anita María lo que nos causó mucha pena a todos los miembros de la familia.
Pasado un tiempo prudente cada vez estábamos juntos animaba a mi cuñado a casarse nuevamente para que no estuviera solo pero el jamás lo hizo.
Todo iba bien y parecía que seguiría así pero el destino nos reserva sorpresas y a veces desagradables.
Mi "sobrina favorita" enfermó gravemente de algo que yo no entendía, que me costaba entender y cada vez fue agravando más y más.
Yo no entiendo mucho de asuntos médicos pero mi sobrina sufrió una grave insuficiencia hepática que se agravó mucho y la lista de espera era tan larga que no tenía posibilidades de un transplante.
Para sumar mas gravedad a la situación sus pulmones comenzaron a llenarse de líquido, el mismo que debían estar drenando para una mejoría pasajera porque tenía severas dificultades para respirar.
El tiempo pasaba no había mejoría y el cuerpo de mi sobrina se fue deteriorando cada vez más y más.
Lo que desgarró mi alma cuando le dijo a su padre: "papá, quiero mejorar, quiero salir de aquí, quiero volver a mi trabajo que me gusta tanto"
Hasta que el lunes 06 de octubre a las 10 de la mañana un escueto mensaje de mi hermana Norma me comunicó el triste desenlace: Hermano, triste noticia, falleció Susita, su cuerpo no aguantó mas.
Nada que decir, nada que hacer ; contra la fuerza de Dios no se puede luchar, al leer el mensaje mis ojos se humedecieron y recordé a mi hermana Anita María; también pensé en el inmenso dolor que esto causaría a mi cuñado Nino y no dejé de pensar cuando lo conocí hace 62 años en la escuela y lo feliz que estaba el día que se casó con mi hermana, lo buen esposo que fué y el excelente padre que ha sido y sobre todo el inmenso apoyo espiritual que ha sido a través de los años para mis hermanas menores y todos mis sobrinos.
Estimo y respeto mucho a mi cuñado Claudino Fredes Torres y desde aquí quiero decirle que Dios nos da la fuerza para seguir viviendo, que nunca nos deja solos pues siempre deja una puerta de escape para todos nuestros problemas.
Susana Andrea, "sobrina favorita" descansa en paz junto al Señor y tu mamá; y ten por seguro que nos encontraremos y haremos todas las bromas que están pendientes.
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