A través de la exposición “Memorias de Tirúa urbano”, vecinas y vecinos transformaron recuerdos familiares en patrimonio común, reafirmando el valor del programa Quiero mi Barrio, que promueve la memoria colectiva y el fortalecimiento de la vida comunitaria.
Un reencuentro con su historia vivieron vecinos y vecinas de Tirúa, a través de imágenes que despertaron emociones, recuerdos y conversaciones en familia. Al recorrer la exposición “Memorias de Tirúa urbano”, cada fotografía fue motivo de asombro y nostalgia: calles que ya no existen tal como eran, rostros queridos que regresaban desde el pasado y escenas cotidianas que volvieron a cobrar vida. Este viaje colectivo a la memoria coincidió con la conmemoración mundial del Día de la Fotografía, ocasión que la comuna transformó en una celebración propia al rescatar y compartir sus huellas más significativas.
No fue casual la fecha. Mientras el mundo celebraba la invención de la fotografía, Tirúa eligió ese mismo día para darle un sentido más profundo, rescatando los recuerdos que aún sobreviven en álbumes familiares y cajones olvidados, de cuando capturar un instante no era tan sencillo como hoy. Durante el tsunami, muchas de esas imágenes se perdieron para siempre, arrastrando con ellas fragmentos de memoria colectiva. Quizás por eso las fotografías que hoy se exhiben adquieren un valor mayor, puesto que no son solo registros de un momento, sino huellas únicas, cargadas con la fuerza de lo irrepetible.
“Realmente fue un evento muy bonito para nuestro barrio, justo coincidió con el día de la fotografía, y poder ver imágenes antiguas de Tirúa resulta emocionante, porque muestran cómo ha cambiado la comuna hasta hoy. También trae recuerdos de los actos del 18 de septiembre frente a la tenencia; todo era muy familiar en esos tiempos. Evocar esos momentos conmueve un poco, sobre todo al reconocer rostros que uno conocía”, destacó la presidenta de la Unión Comunal del Adulto Mayor de Tirúa y vecina del barrio, Digna Sepúlveda.
La exposición surgió como un gesto de compromiso con la memoria y la vida comunitaria de Las Dunas. Más que reunir fotografías antiguas, buscó abrir un espacio para fortalecer la identidad local y reforzar los lazos entre vecinos, invitando a cada familia a compartir sus recuerdos y transformarlos en un patrimonio común. Así, lo que estaba guardado en álbumes o cajones pasó a convertirse en una experiencia colectiva que une pasado y presente en torno a la historia compartida del barrio.
“Cuando una comunidad se reúne para rescatar su propia memoria, no solo está cuidando fotografías antiguas, está fortaleciendo sus lazos, su identidad y su futuro. En Las Dunas hemos visto cómo el recuerdo se transforma en un punto de encuentro, donde vecinas y vecinos reconocen lo que han construido juntos y reafirman su compromiso con el barrio que habitan”, comentó la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo Alarcón.
El proceso no fue fácil. Revisar álbumes, rescatar copias desgastadas por el tiempo y seleccionar qué mostrar, requirió voluntad, confianza y, sobre todo, generosidad por parte de las vecinas y vecinos que aportaron en una campaña de recolección de imágenes que instó previamente el Programa. En la ceremonia de inauguración, se destacó el aporte de Patricia Cuevas, Yerko Zizak, Eduardo Ibarra y el Hogar de Cristo, vecinos e instituciones que aportaron con parte de sus colecciones para esta muestra. También se reconoció el apoyo de la Oficina de Cultura y del Liceo C-90 Trapaqueante, que colaboraron en la puesta en escena facilitando implementos logísticos para su desarrollo.
Las imágenes hablan por sí solas: niños participando en actos escolares, celebraciones culturales de la localidad, recolectores de cochayuyo y pescadores en sus botes, como también calles que ya no lucen igual. Cada foto desató recuerdos y conversaciones entre los asistentes, de los cuales algunos se reencontraron con un rostro querido, como también otros más jóvenes descubrieron cómo era Tirúa antes de las transformaciones urbanas.
Asimismo, la profesora de artes musicales e inspectora general del Liceo C- 90 Trapaqueante, Victoria Candia, participó junto a alumnos del establecimiento en la exposición y al respecto mencionó que “Muchos de los alumnos estaban sorprendidos con todos los cambios que ha vivido Tirúa en este tiempo. Es maravilloso que ellos puedan reconocer sus espacios, a sus familias, y encontrarse en un lugar grato, lleno de historia y de emociones. Esta exposición también les permitió reencontrarse con lo que es la cultura de Tirúa”.
El alcalde de Tirúa, José Linco, participó de la inauguración de la exposición y valoró la importancia de este tipo de trabajos, destacando que “Es muy impresionante lo que se ha logrado. Esto es un recordatorio de cómo ha ido creciendo nuestra ciudad de Tirúa, de cómo ha ido avanzando, y realmente emociona ver cómo se ha ido formando. Uno siempre desea grandes cosas, y cuando se trabaja junto a los vecinos y los profesionales, esas ideas toman forma. Este programa está cumpliendo su propósito: mantener viva nuestra memoria, reconocer lo que se ha hecho a lo largo del tiempo y seguir registrando cada logro. Todo esto es fruto del trabajo conjunto, y nos lo merecemos.”
La muestra se convirtió en un lugar de encuentro vecinal. Muchos llegaron en familia, algunos con nostalgia y otros con curiosidad, pero todos con la certeza de que esas fotografías contenían algo propio. “Memorias de Tirúa urbano” demostró que una fotografía es mucho más que una imagen: es un puente entre generaciones, una forma de mantener viva la identidad y una invitación a seguir construyendo comunidad.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***