María y Jenifer Porma, Pablo Ramírez, Saúl Miranda y Margarita Neculpi, fueron los cinco cañetinos que perdieron la vida la madrugada del 27 de febrero de 2010, luego del terremoto y posterior tsunami que afectó a la región del Biobío.
Y como cada año, la Municipalidad de Cañete apoyó en la ceremonia de conmemoración, para que familiares pudieran recordar y entregar ofrendas a los seres queridos que perdieron aquella noche.
En representación del alcalde Jorge Radonich, el administrador municipal, Julio Anativia, entregó un emotivo mensaje, afirmando que “este homenaje tiene un sentido especial para la comunidad, porque hoy se cumple una década de esta trágica noche. Pero nosotros estamos aquí para apoyarlos y solidarizar con las familias afectadas, recuerden que siempre pueden podrán contar con el municipio”.
Como ya es tradición, esta ceremonia comenzó con un ritual mapuche a orillas de la playa Paicaví, donde familiares de los fallecidos y autoridades locales participaron de la instancia.
Cristian Neculpi Porma, recordó a su hermana Margarita Neculpi, quien se encontraba mariscando a orillas de la playa la noche del 27F, “no es fácil estar acá, pero les doy las gracias por estar acompañándonos. A 10 años aún es difícil recordar, nosotros tuvimos la fortuna de poder velar y sepultar a nuestros seres queridos, no así como en otras partes, también tuvimos mucha pérdida material, pero las pérdidas humanas nunca las olvidaremos”.
Para rogar por el descanso de las almas y el bienestar de quienes quedaron en la tierra, se realizó una acción ecuménica por parte del diácono Gilberto Matuz y el hermano misionero Carlos Carreño. Finalizando con la entrega de un ramo de flores al memorial por las víctimas del 27F.
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