Se conmemoró el séptimo aniversario del denominado "Terremoto del 27/F" donde Cañete, paradojalmente con poca presencia marítima, tuvo 5 víctimas producto del Tsunami que para muchos no es más que una triste estadística, sin darnos cuenta que tras ella hay personas, familias, sufrimiento, trances y esfuerzo para salir adelante. Cristian Neculpi Porma nos cuenta en primera persona su dura experiencia de haber perdido a su madre, a su hermana menor y a una pequeña prima, ese fatídico día.
Cristián hoy se desempeña en un par de medios de comunicación de Lebu (Radio La Ciudad y TV Lebu); antes, hasta octubre de 2016, trabajó como encargado de la oficina mapuche de la Municipalidad de Cañete, con alguna incursión en comunicaciones que es lo que más le apasiona, aunque su vocación por el servicio público es algo que tiene muy arraigado y posee un gran potencial que ojalá pueda desarrollarlo más intesamente algún día.
Quizás muchos quienes lo han conocido en sus actividades laborales desconocen la historia de sufrimiento, esfuerzo y superación que hay detrás de él, nunca le ha gustado sentirse víctima, hacer alarde de su dolor ni menos aprovecharse de ello, es una persona alegre, formal y respetuosa, aunque en el fondo el dolor que lleva por dentro, de seguro nunca lo olvidará.
El año 2010 Cristián era parte de una modesta y muy trabajadora familia mapuche campesina y pescadora, compuesta por tres hombres (él, su padre y hermano) y dos mujeres (su madre y hermana), él tenía 21 años, su hermano 20 y hermana 19; todos muy seguidos lo que seguramente los hacía más unidos y "hermanables", como se dice en nuestra zona. Cristián trabajaba como auxiliar de buses (a pesar de haber estudiado pesquería), su hermano era eléctrico (trabajaba en la construcción de la Escuela 1) y su hermana se acababa de graduar como secretaria, todos estudiantes egresados de enseñanza media profesional en Lebu donde estudiaron mientras sus padres trabajaban en un fundo cercano a esta ciudad.
FATÍDICA NOCHE DEL 27/F
La noche del 26 de febrero de 2010 Cristián viajaba como asistente de un Bus InterSur con destino Lonquimay cuando sintieron el terremoto cuando pasaban por Chillán, pudieron seguir al sur con no pocas dificultades y con confusa información que indicaba lo feroz había sido en la provincia de Arauco, lo que él no le preocupó mayormente ya que su familia vivía en un lugar seguro en Paicaví, por lo que ni siquiera pensó abandonar su responsabilidad cuando debieron desviarse a Los Sauces, lo más cercano a Cañete que estuvo. Fueron varias horas después y ya cerca de Lonquimay que su hermano logró comunicarse por el celular y le contó la tragedia, su madre y hermana desaparecida por el tsunami ya que esa noche habían ido a acampar para pescar temprano al día siguiente.
Su padre y familia en general practicaban la tradicional y muchas veces parte de reportajes periodísticos, "Pesca a Caballo", esos días parecía un clima propicio y más la luna llena hicieron que sus padres fueran a buscar parte del sustento como lo hacían regularmente. Ese día además eran acompañados por dos primos y una primita que era la menor de su familia.
Y vino lo inesperado, lo peor, seguramente mientras dormían en improvisadas camas bajo las carretas con las que se trasladaban al sector, la gran ola que los arrastró todo lo que encontró a su paso, a todos quienes permanecían allí y que les quitó la vida a "las mujeres de la casa" (María Agustina Porma Paine, su madre y Margarita del Carmen Neculpi Porma, su hermana), además de su pequeña primita (Jennifer Andrea Porma Llancanao) que siempre gustaba visitarlos y acompañarlos.
ODISEA PARA LLEGAR A CASA
Cuando Cristián recibe la desesperada y cortísima llamada de su hermano que tan solo alcanzó a decir que su madre y hermana se encontraban desaparecida, le cuenta a su jefe y este a los pasajeros del bus en que estaba cumpliendo su trabajo, comenzaron ahí por un lado los gestos de solidaridad y también la odisea de volver a casa en momentos de plena confusión de toda la población, fueron interminables horas de tratar de llegar y tratando de convencerse que no era tan grave lo que estaba sucediendo, pero la realidad era la peor y debió resignarse a perder a sus seres más queridos.
Lo que vino después, no fue fácil (pueden escuchar su relato más abajo), el salir adelante con su padre sobreviviente y su hermano menor ha sido durísimo y solo con esfuerzo propio, sin ninguna ayuda estatal, como se ve que muchos lo han tenido en las múltiples tragedias que hemos sufrido en los últimos tiempos, Cristián no es de pedir beneficios ni ayuda material, pero ha sentido la discriminación de ni siquiera haber tenido una apoyo sicológico espiritual para su padre que todavía sufre cada noche en sus sueños.
Conocer la vida de Cristián Neculpi Porma, escuchar su relato y ver cómo está saliendo adelante, al igual que su hermano que pronto logrará un título universitario en base a su propio esfuerzo, algo que Cristián también anhela lograr algún día, de seguro nos hará sentir un gran aprecio y respeto por él y nos hace tener esperanzas en una sociedad en que cuesta encontrar personas con tanta entereza y alegría de vivir.
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