En una emotiva ceremonia realizada en el Centro de Innovación de la Universidad del Biobío, la Seremi de las Culturas, junto al Delegado Presidencial, distinguieron a Mariela Belmar, Arnoldo Weber, Sylvia Gutiérrez, Francisco Toro y Verónica Esparza. La actividad cerró con la presentación del reconocido cantautor Eduardo Gatti.
Con una convocatoria llena de emoción y sentido, se llevó a cabo la ceremonia de entrega de los Premios Regionales de Arte y Cultura 2025, organizada por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Biobío. El encuentro celebró el aporte de cinco destacados referentes culturales del territorio, visibilizando trayectorias diversas que han contribuido al fortalecimiento del arte, la memoria y la identidad regional.
Los galardonados de esta edición fueron Mariela Belmar, en la categoría Artes Escénicas "Ximena Ramírez y Tennyson Ferrada"; Arnoldo Weber, en la nueva categoría de Gestión Cultural; Sylvia Gutiérrez, en la categoría Cultura Tradicional "Gabriela Pizarro"; Francisco Toro, en Artes Audiovisuales "Bartolomé Giraudo"; y Verónica Esparza, en Arquitectura y Diseño "Luz Sobrino y Emilio Duhart".
Esta versión marcó un hito al superar las 50 postulaciones, recibiendo candidaturas en cada una de las 11 categorías, y sumando por primera vez el reconocimiento a la Gestión Cultural.
“Estos premios reflejan el excelente momento que vive el ecosistema cultural del Biobío. Tenemos una escena activa, diversa y profundamente comprometida con su región. Es deber del Estado seguir resguardando que la cultura sea un derecho para todos y todas. Solo así avanzamos hacia una sociedad más sana, feliz y democrática”, destacó la Seremi Paloma Zúñiga.
La autoridad regional expresó su orgullo por entregar los galardones a personas con una trayectoria ejemplar en la región, destacando especialmente el reconocimiento a Arnoldo Weber en medio del difícil momento que atraviesa Artistas del Acero. Junto con lamentar el cierre de la histórica corporación, confirmó el acompañamiento del Ministerio en este proceso.
Por su parte, el Delegado Presidencial Regional, Eduardo Pacheco, valoró la calidad de la ceremonia y el compromiso del mundo cultural. “La lucha que ha dado el mundo de la cultura tiene que ser destacada. Este reconocimiento habla de que tenemos grandes liderazgos en la región. Como dijo el Presidente Boric, cuando se invierte en cultura, no es un gasto, es una inversión para una sociedad con más democracia, pensamiento crítico y derechos humanos”, haciendo un llamado a las autoridades y actores políticos a tomar conciencia de esta urgencia, y reconocer la diversidad de expresiones culturales y su capacidad de generar desarrollo e industria creativa en la región.
La ceremonia fue especialmente emotiva por el discurso de Arnoldo Weber, reconocido en la nueva categoría de Gestión Cultural, quien vive un complejo momento tras el anunciado cierre de la Corporación Cultural Artistas del Acero, institución que lideró durante casi cuatro décadas. “Los premios reconocen a una persona, pero también a todo un entorno. Es importante que la gestión, aunque muchas veces no sea visible, también sea valorada por su impacto en la comunidad”. Puntualizó que “la importancia no es por lo que tú haces, la importancia es cómo tú afectas a otros con lo que haces”.
Francisco Toro, galardonado en Artes Audiovisuales, enfatizó el impulso que representa este reconocimiento, “es un espaldarazo, una energía renovada para seguir adelante con proyectos que estaban en pausa. Nos recuerda que hay un sentido profundo en lo que hacemos”. El cineasta que consolidó el Festival BiobioCine, reafirmó la importancia de mantener políticas públicas que apoyen a los trabajadores de la cultura; “esto es una inversión para una mejor sociedad, para más democracia, para más derechos humanos. Estos premios visibilizan el trabajo silencioso de muchos, y tenemos grandes liderazgos en la región del Biobío en materia cultural que debemos valorar”.
Mariela Belmar, premiada por su trayectoria en las artes escénicas desde Los Ángeles, provincia de Biobío, emocionó al público al señalar que “este premio no es solo para mí, es para todos y todas las que resistimos desde las provincias, donde el acceso a la cultura aún es un desafío. Esto nos visibiliza y nos impulsa a seguir formando públicos. Este reconocimiento abre una pequeña puerta, una ventana también, a que se vea y se muestre el trabajo y el aporte de las provincias”.
En esa línea, Sylvia Gutiérrez compartió su emoción por este reconocimiento al trabajo silencioso de rescate del patrimonio vivo, “representa una validación a una vida dedicada, con convicción y perseverancia, a salvaguardar el patrimonio tradicional”. Reafirmó su compromiso de entregar el Centro Cultural Curarrehue, ubicado en San Pedro de la Paz, a la comunidad de la provincia de Concepción. “Nosotros con mi compañeros no tenemos descendencia, entonces yo creo que la provincia es dueña de ese espacio. La cultura tradicional es un valor profundo que debe ser resguardado para las nuevas generaciones, más en una era cada vez más globalizada”.
La arquitecta e investigadora, Verónica Esparza con emoción relevó el valor simbólico del premio. “Este reconocimiento me hizo valorar en perspectiva el aporte que he realizado a lo largo del tiempo desde la arquitectura. Representa también un impulso vital para concretar nuevos proyectos y continuar promoviendo la identidad territorial a través del diseño y la investigación arquitectónica, y fortalece el compromiso con la disciplina y con el entorno que inspira”.
La ceremonia cerró con la presentación musical del destacado cantautor nacional Eduardo Gatti, autor del clásico “Los Momentos”, quien brindó un íntimo y emocionante repertorio ante un público agradecido.
Cada premiado recibió un estímulo económico de $2.000.000, un galvano conmemorativo -diseñado por el artista visual Rodrigo Piracés (1998-2024)- y el compromiso de participar durante 2026 en acciones de mediación cultural en comunidades y espacios educativos del Biobío.
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