Mejorar las condiciones de producción de sus hortalizas es el objetivo de los productores de ocho comunidades indígenas de la comuna de Tirúa, en la provincia de Arauco; para eso, los productores trabajarán en conjunto con INIA que entregará el conocimiento técnico para mejorar el manejo agronómico, pero respetando los cultivos de las comunidades así como sus conocimientos ancestrales, en una apuesta piloto que podría extenderse al resto de las comunidades del territorio de Arauco.
La propuesta, es el corazón del proyecto "Desarrollo de capacidades para la producción y venta de plantas de hortalizas por las comunidades indígenas de la comuna de Tirúa en la provincia de Arauco", proyecto generado en estrecha colaboración entre CONADI y la oficina técnica del Centro de Transferencia de Tecnología y Extensión (CTTE) INIA en Arauco, y que busca entregar un aporte técnico respetando la pertinencia cultural de las comunidades.
El proyecto, se ejecutará a lo largo de 8 meses, gracias al aporte de 35 millones de pesos del fondo de Fomento social, productivo y económico para población indígena urbana y rural social de CONADI, y beneficiará a directamente a 8 comunidades de Tirúa con un número aproximado de 50 familias mapuches pertenecientes a la comuna, e indirectamente a unas 30 familias más que serán invitadas a conocer la actividad; el trabajo práctico se realizará a través de la instalación de un invernadero en la comunidad Miguel Yevilao, comunidad que mantiene un fuerte apego a sus tradiciones. "Ellos practican la pertinencia cultural, que en algunas comunidades se ha perdido, por lo que esperamos que a través de estas capacitaciones, se despierte también el interés por seguir trabajando sin perder la pertinencia ni los mercados que pueden abrirse a través de este proyecto", destacó Alejandra Cornejo, coordinadora de CONADI para este proyecto, quien destacó la importancia social de la iniciativa: "aquí se entrega un bien social a las comunidades: que mejor que las comunidades que han tenido tierras subsidiadas, ahora puedan autovalerse con lo que ellos mismos van producir; además del fuerte componente de trabajo con las mujeres, que son pilar fundamental en las familias indígenas".
Así, se indicó, se articulará la capacidad de INIA en un trabajo que resguarde la cultura silvoagropecuaria del pueblo mapuche, ya que las comunidades participantes requirieron avanzar hacia la autonomía respecto a su alimentación, disminuyendo la dependencia de alimentos adquiridos en el mercado, además de rescatar e integrar a su forma de producir el conocimiento ancestral, añadiendo nuevas tecnologías. "Nuestro aporte al proyecto será la técnica, pero respetando la organización propia de la comunidad", destacó el director regional de INIA, Rodrigo Avilés. Se trabajará con una visión de respeto a los recursos naturales y la salud de las personas; por lo mismo, las capacitaciones se orientarán a diferentes técnicas, manejo y temas relacionados con la producción y ventas de hortalizas manejadas en forma agroecológica, sin la incorporación de químicos, eliminando también la dependencia de insumos para la producción de las hortalizas a para lograr la obtención de plantas de calidad, aumentar la producción de hortalizas y mejorar el recurso suelo. El proyecto se realizará con la participación asociativa de los productores a través de la metodología de capacitación de aprender haciendo, el rescate de la cultura mapuche y el respeto del medio ambiente compartido.
"Esperamos lograr muy buenos resultados a través de esta iniciativa y quizá a futuro poder lograr iniciativas más ambiciosas en conjunto", destacó el director regional de CONADI, Carlos Carvajal, quien recalcó la importancia de trabajar en participación con las comunidades.
Otra novedad de la iniciativa es que para el desarrollo del trabajo, se contará con la participación del antropólogo Héctor Manosalva, quien manifestó que su aporte será etnificar la política pública, además de generar investigación y apoyar la socialización entre los participantes del proyecto a través del acompañamiento socio-antropológico, rescate y fomento de la cultura mapuche.
Además del profesional de las ciencias sociales, el proyecto se ejecutará con el aporte de tres ingenieros agrónomos, quienes desarrollarán las capacitaciones en producción de plantines, manejo de la fertilidad de suelo, producción de compost, vermicompost, bokashi, biofertilizantes, planificación y confección de cama alta, sistemas de riego, siembra directa y trasplante, corredores biológicos, rotaciones de cultivos, manejo de enfermedades, plagas y malezas, registros contables básicos de producción y ventas, normativas SAG para la producción de plantas y estrategias de comercialización. Las capacitaciones van a ser rotativas, en las distintas comunidades, y en cada una de las restantes comunidades el técnico va a replicar la capacitación en conjunto con los asistentes a la capacitación principal, para lograr un efecto multiplicador.
Además de eliminar el uso de insumos químicos y sintéticos en la producción de las comunidades, se establecerá un vivero de 100 m2 para la producción de plantines bajo tecnología agroecológica y con sistema de riego en la comunidad Miguel Yevilao, que abastecerá de plantines a las restantes comunidades; la construcción de un de área de 80m2 para adaptación de plantines y la realización e implementación de un huerto hortícola demostrativo. Las capacitaciones, además de la implementación de tecnologías agroecológicas, aportarán y reforzarán a la soberanía y autonomía en la obtención de alimentos.
"La riqueza de este convenio es que el equipo técnico va a lograr la pertinencia cultural que como CONADI no queremos perder y queremos potenciar", destacó Carvajal, una riqueza que será un aporte a la forma de trabajar y entender la extensión y la transferencia tecnológica, con una mirada integradora que considere la participación de las comunidades.
Claudia.worner@inia.cl
Periodista INIA Quilamapu
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