Con más de 100 años de edad no superan los 5 metros de altura, lo que se explica por su exposición abierta hacia el océano Pacífico, con un clima de rigurosidad extrema que, junto con la escasa profundidad del suelo, pobreza de nutrientes y baja disponibilidad de agua en verano.
Para conocer el estado fitosanitario de las araucarias enanas que se encuentran en el Área de Alto Valor de Conservación (AAVC) en el predio de CMPC en Santa Juana, el Director Regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Biobío, Roberto Ferrada, junto a profesionales y técnicos realizaron una visita a terreno, la que contempló actividades de vigilancia fitosanitaria como prospecciones, toma de muestras de hojas y de suelo.
“Esta es una comunidad única, es posible que sea la comunidad de distribución más al norte de la cordillera de Nahuelbuta, pero, además, tiene un enanismo condicionado por los suelos muy delgados, con muy poca nutrición, veranos muy agrestes con altas temperaturas y muy poca agua, e inviernos con nieve, granizos y fuertes vientos”, señaló el directivo del SAG.
Agregó que “como SAG estamos realizando actividades de vigilancia fitosanitaria forestal, hemos tomado muestras de suelo, de hojas e insectos que hemos encontrado, las cuales son enviadas a nuestro laboratorio oficial con el fin de determinar si son de riesgo para la sanidad forestal”.
Por su parte, Rodrigo Betancourt, asesor en proyectos de restauración ecológica de la empresa Cartomapa que presta servicios a CMPC, indicó que “este lugar es de gran importancia para la empresa que asesoramos en la mantención de estos lugares, ya que presentan condiciones especiales en especies críticas de conservación, por lo tanto, tenemos múltiples desafíos para poder conservarlas y la presencia del SAG es de gran ayuda para ese fin”.
La Araucaria araucana (araucaria o pehuén) crece y se desarrolla en un amplio rango ecológico. En su hábitat natural presenta un crecimiento arbóreo superior a los 20 m, pero en la Cordillera de Nahuelbuta, a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, crecen las desconocidas araucarias "enanas", que con más de 100 años de edad no superan 5 metros de altura, lo que se explica por su exposición abierta hacia el océano Pacífico, con un clima de rigurosidad extrema que, junto con la escasa profundidad del suelo, pobreza de nutrientes, baja disponibilidad de agua en verano y con inviernos extremos, con nieve y bajas temperaturas, influyendo en su bajo crecimiento.
Estos bonsáis naturales se ubican en terrenos de propiedad de CPMC, razón por la cual la empresa creó un AAVC de 136 hectáreas, de las cuales 22 há corresponden a la zona núcleo o con presencia de Araucarias enanas, la que tiene por objetivo manejar esta área única de araucaria, con la finalidad de proteger este hábitat extremo.
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