Recojemos un par de artículos que nos recuerdan a este gran artista Cañetino - Antihualino a propósito de la recuperación del mural Principio y Fin que el artista Julio Escámez pintó en el edificio consistorial en la década de los setenta.
LA HUELLA DE ESCAMEZ
Por Claudio Martínez (ver nota acá)
El 20 de Agosto de 1972, el presidente Allende inauguró el mural de Julio Escamez 'Principio y fin', en sala del consejo municipal de Chillán. A su lado estaba Ricardo Lagos Reyes, a la sazón Alcalde de Chillán. Lo que vino a continuación es historia conocida, pero no por conocida es menos perturbadora y dolorosa .
El presidente Allende muere en La Moneda en 11 de septiembre de 1973, muerte provocada por el golpe de estado, ocurrido poco más de un año después de la inauguración del mural. El Alcalde Lagos es asesinado junto a su familia días después, en su casa y a plena luz del día, ante el estupor de la comunidad.
No mucho tiempo después llegó una patrulla militar hasta la municipalidad, premunida de tarros de pintura y procedió a repintar el muro que alojaba hasta ese instante al mural 'Principio y fin '.
Más tarde se decide partir en dos la sala del consejo municipal, para lo cual se construye una loza que separa el salón en dos pisos. Para ello se destruyó la franja donde se inserta la loza en el muro.
Lo ocurrido en ese lugar y la cuenta muerte del Alcalde y su familia, son doblemente sinónimos de una barbarie desconocida en nuestro país hasta ese instante. Una vez de vuelta a la democracia, ambos hechos parecieron entrar en un inexplicable letargo, sin que se reconociera a ese salón como un sitio de memoria.
Afortunadamente, el Alcalde Camilo Benavente rompió con la indiferencia histórica y se dio a la tarea de explorar el estado del mural oculto bajo gruesas capas de pintura perversa. Los resultados han sido sorprendentes. El mural está vivo y ha sido víctima silencioso de la barbarie y de la indiferencia de muchos.
La pregunta que debemos hacernos es si vamos a recuperar el mural como una obra pictórica o bien como un sitio de memoria, donde junto al alcalde Lagos quede una huella imborrable de un hecho que nunca más debe volver a ocurrir.
Es un tema de barbarie cultural y de humanidad a la vez. En lo que es la conservación de patrimonio, la restauración a fojas cero suele borrar las huellas de la historia. Si se demuele parte de la loza del segundo piso aún dejando la enfierradura a la vista, y se desvela el mural en el estado que se encuentre con su dimensión original, recuperando la doble altura, se puede utilizar el resto del recinto para instalar allí un museo de sitio, con la historia del mural y del alcalde asesinado.
Así habremos recuperado la memoria del lugar y las próximas generaciones podrán apreciar a partir de la huella de Escamez el valor de la vida, de la democracia y del arte como el eje de la convivencia social, pacífica y tolerante.
La ruina en patrimonio, como es el caso, suele trasmitir mucho más los valores del humanismo que una restauración a fojas cero, donde los valores plásticos primen sobre el relato histórico.
El mural de Escamez, la huella que dejó junto al Alcalde Lagos, es o sería un buen ejemplo de ello. Porque finalmente el patrimonio, como vector social, es escuchar los susurros del pasado para construir el porvenir.
EL TRABAJO PARA RECUPERAR PRINCIPIO Y FIN EN EL TERCER PISO DEL MUNICIPIO
Diario La Discusión (Ver Nota acá)
Hace algunos días, la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán anunció el inicio de la segunda etapa en la recuperación del mural Principio y Fin que el artista Julio Escámez pintó en el edificio consistorial en la década de los setenta.
Los trabajos están a cargo de las restauradoras María Eugenia Van de Maale y Danitza Bórquez, quienes ya comenzaron a develar el mural en el tercer piso de la Municipalidad de Chillán a través de las llamadas ventanas de sacrificio. Según datos históricos en ese preciso lugar funcionó la Sala de Concejo antiguamente. En ese espacio también el mural está bajo doce capas de pintura que las restauradoras están por estos días despejando gracias al apoyo del Centro Nacional de Conservación y Restauración.
Según explicaron desde la Unidad de Patrimonio a través de un comunicado, 'en esta nueva fase, el objetivo es despejar el mural ubicado en el tercer piso de la Municipalidad de Chillán, mientras se continúa con la restauración de nuevos metros cuadrados en la Sala de Concejo Municipal. El trabajo metódico y detallado avanza hacia la recuperación total de esta obra significativa dentro del movimiento muralista latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX, conocido por sus representaciones coloridas y temáticas sociales, laborales y políticas.
Sobre esta nueva etapa, Karin Cárdenas Leal, encargada de UPA, expresó que 'como equipo estamos muy felices de que continúen los trabajos de recuperación del mural de Julio Escámez, reafirmando nuestro compromiso con el patrimonio cultural local. Este importante proyecto de restauración ha generado impacto internacional debido a la relevancia de este destacado artista y por constituirse como un acto de memoria contra la censura y la represión'.
Historia
Julio Escámez comenzó a pintar el mural a principios de los setenta encargado por el alcalde de la época Eduardo Contreras Mella. Fue inaugurado en 1972 y un año después sobrevino el golpe de estado. A las pocas semanas, autoridades militares de la dictadura decidieron borrar el mural y muchas teorías se tejieron al respecto. De hecho, el propio Contreras Mella había afirmado hace algunos años con convicción que el mural había sido picado, por lo que nunca se encontrarían vestigios.
Hace un par de años surgió la idea de investigar y efectivamente se encontró a la obra casi intacta bajo doce capas de pintura que hoy se están retirando.
Conozca más en profundidad de la historia de nuestro pintor en siguiente link: storymaps.arcgis.com
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