Una opinión acerca de la obligatoriedad o no de las vacunaciones en nuestro país a propósito de dos hechos mediáticos del último tiempo, la fiebre amarilla en Brasil y el movimiento mundial anti vacunación.
Hace un tiempo escribí sobre los misterios del Ministerio, artículo que se me viene a la memoria ahora que estamos frente al brote de Fiebre Amarilla que desde hace harto tiempo apareció en algunas zonas de Brasil, que es uno de los principales destinos vacacionales para los chilenos que lo pueden hacer, entre los que se ha desatado una psicosis por encontrar vacunas que habitualmente no se encuentran en el país en la cantidad que se necesitan.
Ya ha habido casos de fallecidos, que son chilenos y que al parecer viajaron “sin querer vacunarse”. ¡Claro! si han tenido más tribuna en los medios de comunicación entes y agrupaciones anti vacunas que autoridades del Ministerio de Salud defendiéndolas, quedando instalada desde hace muchos años en el inconsciente colectivo la idea de que somos libres de elegir si queremos colocarnos una determinada vacuna o no.
Tampoco nuestras autoridades pueden lavarse las manos afirmando que en Chile no se puede hacer obligatoria la administración de dicha vacuna, si Brasil no lo exige. ¿Por qué no? ¡A cada país le corresponde proteger a su población!
No debemos olvidar que estamos habitando un planeta globalizado, con un permanente y altísimo movimiento de población en que no estamos ajenos a la posibilidad de desarrollar enfermedades que no tenemos en nuestro país, pero que sí podemos contraer de los lugares que visitamos.
Por lo tanto, es responsabilidad del Ministerio de Salud revisar sus normas, actualizarlas, adaptarlas a los nuevos mapas epidemiológicos mundiales y tener un abastecimiento adecuado de vacunas durante todo el año. Ah! y como el chileno siempre se las arregla para salir airoso de sus crisis están fraccionando las vacunas y se me viene a la mente otra pregunta ¿Fraccionan su costo o la cobran completa? Porque también somos expertos en hacer de una crisis un negociado.
Y lo último que me llama la atención, no he escuchado de devolución de pasajes de las líneas aéreas, sólo se sugiere cambio de destino o no viajar, pero hay personas que han hecho inmensos sacrificios para tomar estas vacaciones; que quizás sean un sueño largamente postergado y no están dispuestos a perder su dinero, además que nos enseñan a creernos intocables y estamos acostumbrados a pensar “qué me va a pasar a mí” y con o sin vacuna igual algunos van a viajar arriesgando su salud.
Aprovechando esta oportunidad, no puedo dejar de mencionar la próxima campaña anual de vacuna Anti Influenza en que el Servicio de Salud se queda muy tranquilo y conforme cuando el paciente coloca su firma en un formulario manifestando su rechazo, endosándole a éste la responsabilidad de sus consecuencias.
Pero, ¿De qué lo están haciendo responsable? ¿Si se enferma, no va a ser atendido?. Como buenos chilenos, no somos capaces de solucionar los problemas cuando son pequeños y lo mismo hace el Ministerio de Salud, en que la mayoría de sus recursos los destina a adquirir equipos de última generación, tratar enfermedades y rehabilitar, restándole la importancia que merece a lo más básico, que es promover la salud y proteger a su población, en que frente al rechazo a vacunarse de la población debe ser capaz de persuadir al paciente educándolo en relación a su importancia y no irse a lo más fácil, que es pasarle un formulario para que lo firme.
No debemos actuar sólo movidos por el miedo, todas las vacunas son importantes y es urgente que recuperen su carácter de obligatoriedad.
“SÓLO ESPERO QUE PARA LA PROXIMA CAMPAÑA ANUAL DE VACUNA ANTI INFLUENZA, USTED NO FALTE”
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