La empresa ya reporta casi un 90% de avance en la meta 2024 de su plan de preparación en la zona sur. Se espera llegar a 64 compañías capacitadas de aquí a fin de año.
El pasado sábado fue el turno de la primera Compañía de Bomberos de Negrete, donde destacó el caso de una voluntaria que también es parte de la brigada femenina de CMPC.
El “McLeod” o el “Rozón” son herramientas que el común de las personas no conoce mucho. En ambos casos, utilizarlos tiene su ciencia en un incendio rural. En el caso del rozón, por ejemplo, éste debe emplearse con una distancia de al menos tres metros y culminar el golpe siempre en un árbol, por el peligro que reviste el filo de su hoja.
Esto es parte de lo que están aprendiendo los bomberos de la zona sur, desde las regiones del Maule hasta Los Lagos, junto a CMPC. El objetivo es trabajar unidos y en sinergia durante las emergencias. Por eso, CMPC trazó el año pasado una hoja de ruta para preparar a todos los bomberos de este sector del país en conocimientos y técnicas de combate de siniestros de este tipo. El primer objetivo fue llegar a 700 voluntarios de 42 compañías, pero el éxito del plan expandió la meta: capacitar a los casi cinco mil voluntarios de las casi 300 unidades que hay desplegadas en la zona sur en un lapso de tres años.
Con las capacitaciones que ya se han realizado en lo que va del año, ya se llegó a un 90% de lo trazado para esta temporada, previéndose que se llegará a 64 compañías a fines de 2024, con un aproximado de 900 voluntarios.
Negrete: Trazar una línea que no se puede perder
Este sábado fue el turno de la Primera Compañía de Bomberos de Negrete, donde un grupo de voluntarios escuchó con atención la charla del instructor Jorge Figueroa, profesional de Serfonac (Servicios Forestales Nacimiento) que lleva al menos 25 años enfrentándose al fuego, entre sus tiempos como brigadista, jefe de cuadrilla, jefe de brigada y supervisor de combate, este último, puesto que ejerce en la actualidad desde hace 10 años, prestando servicio a CMPC. Sobre su rol en esta preparación, comentó que “tenemos que sumar a Bomberos, que tengan conocimiento y así unir fuerzas y que tengamos un combate sin accidentes y exitoso. La alianza público-privada tiene que funcionar”.
En tanto, Eduardo Torres, comandante del Cuerpo de Bomberos de Negrete, precisó que “sabemos que esto ha ido creciendo exponencialmente (los incendios). Para nosotros es bastante significativo tener este tipo de acercamiento con las empresas privadas”.
En el bloque teórico, los voluntarios aprendieron a identificar los distintos tipos de incendios rurales y forestales que existen, las etapas del combate, las estrategias que se utilizan para coordinar y enfrentar una emergencia, métodos de construcción de cortafuegos y aspectos prácticos como en qué consisten estas herramientas que se utilizan para trazar líneas de contención. “No se puede perder la línea”, recalcará Figueroa luego en terreno, donde los bomberos pusieron a prueba lo aprendido, trazando líneas mediante las citadas herramientas, más otras como el “Pulaski” y la pala.
Una voluntaria en doble faceta
Que los bomberos sepan realizar estas líneas es crucial para el trabajo mancomunado, pues permite definir la zona de contención del fuego y reorganizar así equipos y recursos. Suena sencillo, pero es una tarea ardua. Figueroa les repite a los voluntarios que cueste lo que cueste, la construcción de la línea no puede detenerse por ningún motivo. Vidas dependerán de ello, y por eso debe ser un trabajo eficiente, donde quienes lo realicen deberán cuidar una serie de detalles, tales como una correcta hidratación, ubicarse en el perfil adecuado dependiendo de si se es zurdo o diestro y, por supuesto, una óptima preparación física y alimentación.
Pero una “alumna” tuvo cierta ventaja. Se trata de Paz Cea (23 años), quien es bombera hace dos años y medio, pero desde octubre pasado también es parte de la brigada femenina de CMPC. Su caso es llamativo, pues en estos momentos, dedica todos sus esfuerzos a aportar en el combate a emergencias. Como brigadista trabaja en turnos de 10 días de trabajo por 5 de descanso, y es en sus descansos donde está a disposición de esta unidad de Negrete.
“Mi mamá está involucrada en Bomberos y a mi desde chica me gustó el tema. Cumplí 19 años y me metí. Estuve en el incendio grande que hubo en Nacimiento, y se me dio la oportunidad de trabajar en la brigada femenina y la acepté. Fue un desafío completamente nuevo, porque el trabajo de Bomberos con la brigada es muy diferente”, explicó sobre su caso. Sobre su familia, dijo que “mis papás están felices de yo poder estar trabajando en esto, que es lo que me gusta”, mientras que, sobre la capacitación, remarcó lo positivo de lo aprendido: “estuvo súper buena, súper entretenida, mis compañeros esto no lo conocían, fue algo nuevo para ellos”.
Por último, Gonzalo Cabezas, gestor de Relacionamiento Territorial Área Nacimiento de CMPC, puntualizó que “es un alto valor el que la empresa le da a este aporte. Valoramos mucho el trabajo en conjunto que hacemos y poder trabajar con ellos en combate de incendios rurales. Es importante el complementarnos, que nos conozcan”.
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