Exfuncionarios y profesionales han levantado la voz sobre la situación actual del Ex Hospital de Cañete Ricardo Figueroa, alertando sobre la persistente presencia de virus y un auténtico foco de infección en el lugar.
Desde hace tiempo, se han recibido denuncias constantes sobre la falta de acciones concretas respecto a la construcción del próximo Liceo de Cañete. A pesar de anuncios públicos y conferencias de prensa en el lugar, los años pasan y la construcción sigue sin concretarse.
Profesionales y exfuncionarios advierten sobre la constante amenaza de virus y la presencia de un verdadero foco de infección en el ex hospital. Señalan que las infecciones persisten debido a la historia del lugar, donde se han tratado casos graves e incluso se han recibido cadáveres en situaciones similares. Es como lidiar con un derrame de mercurio que solo profesionales entrenados, como los bomberos, pueden manejar adecuadamente, y cuyos efectos perduran en el tiempo.
Además, se suma la preocupación por la presencia de dos grandes cilindros de gas abandonados cuya condición es desconocida, representando un peligro potencial según lo alertado por los propios vecinos.
El lugar se ve afectado por la acumulación de basura y escombros, así como por la presencia de personas sin hogar, consumo de drogas y alcohol, y actos de vandalismo que constantemente rompen los candados y cierres del edificio. Este edificio en desuso proyecta una imagen desoladora, como sacada de una escena de terror.
El futuro del sitio, donde solía ubicarse el Hospital de Cañete, sigue siendo incierto, con el interminable llamado a licitación que alimenta las esperanzas de un nuevo establecimiento educacional.
Esta situación afecta directamente a los vecinos del área, que comprende las calles Séptimo de Línea, Uribe, Saavedra y Tucapel.
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