Nuestra columnista Juana Salazar, por años trabajadora de la salud, se refiere a los polémicos dichos del Ministro de la Salud.
Cuando se hacen reportes diarios sobre la pandemia en Chile, es muy llamativo que al analizar la ocupación de camas críticas nunca llegamos al 100%, a pesar de haber atravesado esta delicada frontera hace mucho tiempo. Por lo que es bueno que nos recuerden, que en Abril del año 2020 Chile contaba con un total de 1313 camas de este tipo, hoy vamos en 4500 y con miras de seguir aumentando cuando comiencen a escasear, ya que la reconversión de camas se está haciendo parte de la rutina diaria de los establecimientos de salud, "donde lo que no hay, se tiene que inventar".
Pero la cama crítica es tan sólo un insumo y con la información de nunca llegar al 100%, nos queda la falsa sensación que nunca faltará una por si nos enfermamos, pero ésta por sí sola no garantiza la calidad en la atención, ya que atender estas unidades requiere de funcionarios bien entrenados y con muchos años de experiencia y hoy los Equipos de Salud aunque quisieran, no tienen la capacidad de reconvertirse a esta misma velocidad.
En uno de sus reportes el Ministro de Salud, destaca en forma "muy especial" al hospital de Castro, por haber tenido la capacidad de aumentar sus camas críticas y a pesar de ello, sus funcionarios siguen trabajando con alegría y sin quejarse. ¡Qué bien por ellos! Pero este comentario suena a crítica y es una velada agresión y desprecio al resto de los Equipos de Salud del país que han trabajado incansablemente, postergando familias, proyectos personales y unos cuántos han perdido la vida al cuidado de sus enfermos.
Es muy probable que su paso por ese establecimiento haya sido anunciado con mucha anticipación, dando tiempo al dueño de casa para que se preparara y pudiera recibir bien a la visita, con su mejor cara y poniendo mantel largo. Sería bueno que estas visitas no sean tan anunciadas, para que encuentren los establecimientos mostrando todas sus reales precariedades, tanto en equipamiento médico, como en recurso humano. Además, que no se deben hacer estas mezquinas apreciaciones entre establecimientos que tienen una muy dispar población asignada, en que la presión asistencial de sus trabajadores no tiene ningún punto de comparación.
Si algunos Equipos de Salud se quejan, sólo están en su derecho, han trabajado al trescientos por ciento, a pesar que muchos funcionarios no se encuentran en las mejores condiciones contractuales, no han tenido la posibilidad de disfrutar del descanso que merecen y por otro lado ven con impotencia, cómo se siguen adoptando medidas que no van en la dirección de bajar los contagios, para disminuir en algo la sostenida recarga laboral a la que por tanto tiempo han estado sometidos.
"EN LOS EQUIPOS DE SALUD CADA FUNCIONARIO CUENTA Y NO MERECEN MENOS, QUE SER VALORADOS Y RESPETADOS POR CADA UNO DE NOSOTROS"
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