Cuando se acercan las Fiestas Patrias, aparecen en mi memoria esos lindos recuerdos de niña, en que con mucha ilusión e impaciencia esperaba otra vuelta completa del calendario que me parecía eterno, para volver a disfrutar de la celebración de nuestra Fiesta Nacional.
Recuerdo, que como esta fecha viene de la mano con la llegada de la primavera, casi toda la gente se esmeraba para sacar su mejor pinta y aparecía en esta fiesta con ropa nueva, nuestro aniversario patrio se respetaba y en mérito a ello había que andar bien cacharpeado. La renovada presentación personal de sus habitantes, traía asociada también la buena presentación de la comuna, se limpiaban las calles, adornaban los árboles, hermoseaba la plaza y muchos ciudadanos haciendo un esfuerzo, pintaban las fachadas de sus viviendas y si no había dinero para ello, les echaban una buena lavada para que se vieran lindas, todo acorde a lo que se estaba celebrando y porque ellas serían el telón de fondo para lucir nuestra hermosa bandera nacional.
Con nostalgia recuerdo también, esa clase en que mi profesora nos enseñó a conocer nuestros emblemas patrios, en que para enriquecer su relato nos contó que en un concurso nuestra bandera había salido calificada como la más bella. Esto nos llenó de orgullo e hizo que nos sintiéramos más patriotas aún, recomendándonos que siempre deberíamos tratarla con respeto ¿Y si es tan bella, por qué no la lucimos cómo tal? Parece que nos avergonzáramos de ella, muy pocos chilenos embanderan su casa, generalmente se ven más banderas en los estadios que en las viviendas y si lo hacen, no lo hacen con el respeto que éste símbolo merece por lo que representa. Se ven banderas sucias, arrugadas, sin mástil habiendo tanta madera en Chile en que se lucen tristemente colgando de las ventanas como un trapo viejo e insignificante, esto también lo he visto en Escuelas y lo más preocupante aún es la ausencia de banderas en viviendas que cumplen alguna función de Servicio Público que son las que deben dar el ejemplo.
Se agolpan a mi memoria nítidas imágenes de esas antiguas calles polvorientas sin pavimento, pero con sus casas engalanadas luciendo orgullosas nuestra bandera, en que su belleza parecía aumentar cuando flameaba al viento, se oscurecían encogidas bajo el frío o la lluvia y volvían a resplandecer en toda su belleza bajo el tibio sol que anunciaba la llegada de la primavera. Cómo me gustaría ver mi comuna así de nuevo, en que sus banderas aportaban belleza y alegría a la comuna.
Como hace rato tengo la sensación que nos hemos ido olvidando de nuestras tradiciones, escribí “LAS CUARENTAS DE CHILE”, no recuerdo cuando fue, pero sí hace más de diez años y hoy quiero compartirlas con todos Ustedes:
'LAS CUARENTAS DE CHILE'
Es dieciocho de Septiembre, en esta fecha,
un año más cumplimos, de Independencia.
de Independencia Chile, ya es pueblo libre,
y su flor nacional, es el copihue.
Es el copihue rojo, linda princesa,
que nos tiene cautiva, la Cordillera.
Cordillera de los Andes, y en lo profundo,
al cóndor y al huemul, de nuestro escudo.
De nuestro escudo digno y gran emblema,
tricolor y una estrella, en la bandera.
en la bandera niña, que se engalana,
pa` recorrer mi tierra, angosta y larga.
Angosta y larga, en ella pura belleza.
que vemos desde Arica a Punta Arenas.
a Punta Arenas digo, de este otro modo,
de mar a cordillera, yo la recorro.
Yo la recorro entera, por sus regiones
el pueblo está perdiendo, sus tradiciones.
sus tradiciones ricas, arpa y guitarra,
en la cueca, en la paya y en la tonada.
En la tonada suena, arpa y vihuela,
que bien que luce el huaso, con sus espuelas.
con sus espuelas, manta, linda es su china,
se comen empanadas, se toma chicha.
Rica chicha cocida, casi me olvido,
de dar a los presentes, mote y huesillo.
mote y huesillo dulce, en la ramada,
que luce en esta fiesta, muy adornada.
Muy adornada pero, yo estoy deseando,
jugar a la rayuela, palo encebado.
palo encebado, trompo, se fue la chancha,
de tan enjabonada, nadie la atrapa.
Nadie la atrapa corre, miren que gracia,
faltan los volantines, mi hermosa danza.
mi hermosa danza ay sí, esa es mi cueca,
que con gracia se baila, en esta tierra.
En esta tierra luego, se acaba el tema,
yo me voy despidiendo, de mis Cuarenta.
de mis Cuarenta y quiero, que no se ofenda,
con la frase que dice: “Que viva Chile mierda”.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***