Pocos minutos después de las 00:00 hora de este miércoles los 73 pirquineros que se mantenían en el fondo de la mina Santa Ana, en la localidad de Curanilahue, abandonaron el yacimiento en el que permanecían desde el 11 de agosto, a más de 650 metro de profundidad, en protesta por sueldo y cotizaciones previsionales adeudadas por los dueños de la empresa.
Los trabajadores salieron caminando, todos juntos, portando una bandera chilena, entonando el himno patrio y recibiendo el esperado abrazo de sus familiares, amigos, autoridades y representantes de la comunidad que aguardaron expectantes su salida durante dos tensas semanas.
Cerca de la una y media de la mañana el acuerdo por las medidas de mitigación propuesto por los mineros, fue suscrito por el intendente regional Rodrigo Diaz, el presidente del sindicato afectado, Luis Chandía, el alcalde de Curanilahue, Luis Gengnagel, el gobernador provincial de Arauco, Humberto Toro y el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomalí. El convenio fue suscrito en dependencias del Hospital Provincial Rafael Avaria, donde continúa la asistencia médica de quienes permanecieron confinados en el yacimiento minero por un lapso de 14 días.
Los trabajadores pusieron fin a la medida, luego de alcanzar un acuerdo con el Gobierno que permitirá resolver su situación, a través de la implementación de una propuesta de las autoridades relacionada con posibilidades de capacitación y entrega de subsidios.En forma paralela se continúa el proceso judicial para buscar que los empresarios responsables de las faenas mineras respondan con su patrimonio frente a la deuda que mantienen con los trabajadores.
Tras abandonar la mina, los 73 pirquineros fueron examinados en el mismo lugar por personal médico con el fin de chequear su estado de salud. Según se informó, en su mayoría todos están en buenas condiciones de salud, y en algunos casos, se dispuso la derivación a un centro asistencial de la comuna.
La decisión de poner fin a la medida de presión se alcanzó luego de conversaciones con representantes del Ejecutivo y fue confirmado por dirigentes de los casi 200 trabajadores en conflicto con los dueños de la empresa SW Curanilahue S.A., sindicados como responsables de no pagar los sueldos del mes de julio y las cotizaciones previsionales. El acuerdo contempla una ayuda social inicial, un canasto familiar por cada trabajador de un valor de 80 mil pesos, asesoría jurídica, y cursos de capacitación con becas de 400.000 pesos mensuales por un año.
Los mineros se mantuvieron en el fondo del pique desde el 11 de agosto, pero en los últimos días radicalizaron su protesta y clausuraron los accesos al yacimiento, empeñados en alcanzar una solución.
Un reducido grupo de trabajadores se mantendrá en el yacimiento realizando tareas de mantención para evitar el colapso de las galerías y mantener la esperanza de una reapertura de su fuente laboral.
Los mineros agradecieron el apoyo de las autoridades,líderes de las iglesias católica y evangélicas, familiares, amigos, dirigentes sociales y gremiales, medios de comunicación y a la comunidad de Curanilahue, Lebu, Coronel, Lota y otras comunas que hicieron llegar su ayuda y respaldo durante las dos semanas que se prolongó el conflicto.
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