Acelerar la transición hacia una economía circular se vuelve cada vez más urgente ante los devastadores efectos generados por el cambio climático. Chile, por cierto, no es la excepción.
Es por esto que hoy el foco está puesto en el desarrollo de modelos de manejo sustentable de residuos para responder a este escenario cada vez más incierto, pero el que a su vez podría abrir la puerta hacia nuevas oportunidades.
Las cifras confirman la importancia de avanzar hacia este camino. Según el Sexto Reporte del Estado del Medio Ambiente (MMA, 2021), de los 346 gobiernos comunales en el país solo el 13% ha desarrollado medidas para recuperar sus residuos orgánicos.
Otro dato señala que los restos de frutas, verduras y podas de jardines, entre otros residuos orgánicos, representan el 58% de la “basura” total que se genera en los hogares de Chile, pero menos del 1% son reciclados. Este es uno de los números que destaca la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos Chile 2040, publicada en 2021 por el Ministerio de Medio Ambiente, la cual tiene como reto pasar del 1% actual a un 66% de valorización de los residuos orgánicos generados a nivel municipal al 2040, con una meta intermedia de 30% al 2030.
Frente a ello, esta cartera ministerial anunció la presentación de un proyecto de ley orientado a aprovechar estos materiales y combatir el cambio climático al reducir las emisiones de metano, un poderoso gas de efecto invernadero.
La normativa busca avanzar hacia una gestión diferenciada de los residuos orgánicos, impulsando su aprovechamiento al convertirse en nutriente para la tierra y evitar que lleguen a un relleno sanitario o vertedero, con los problemas socioambientales que ello acarrea. También se buscará potenciar a las municipalidades en la gestión de los residuos.
Adicionalmente, este proyecto de ley considera la implementación de plantas de biogás a nivel nacional que conformen un robusto sistema de tratamiento de residuos. De hecho, expertos indican que Chile cuenta con el conocimiento y la capacidad técnica necesaria para implementar estas plantas a nivel masivo, lo que además de generar energía y fertilizante reduciría el volumen de residuos orgánicos.
En relación con este punto, la empresa chilena Hidronor está alineada con esta iniciativa y como parte de su cadena de valor cuenta con una planta de biogás inserta en su relleno sanitario (ubicado en Copiulemu, comuna de Florida, región del Biobío), donde genera energía eléctrica a partir del biogás que se origina por la descomposición de la porción orgánica presente en los residuos sólidos urbanos que reciben. Gracias a esto, anualmente aporta más de 6.000.000 kwh de energía al sistema de distribución, extrayendo un mejor provecho a los desechos.
“Como compañía comprometida con la sustentabilidad ambiental y la economía circular de Chile aportamos valor a los residuos domiciliarios que recibimos mediante la valorización energética del biogás. En detalle, los gases que éstos generan los extraemos y conducimos a motores generadores para luego ser transformados en energía y ser inyectados a la red de distribución energética. De esta manera, contribuimos a las metas planteadas en este proyecto de ley y a la estrategia desarrollada por el gobierno con miras a avanzar hacia un futuro más sostenible”, señala Juan Andrés Salamanca, gerente de Ventas y Marketing de Hidronor Chile.
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