Cuando las manifestaciones se prolongan por más de tres semanas, sigue siendo llamativo que al gobierno no lo inmute la cantidad de saqueos e incendios que se multiplican por todas las regiones de nuestro país y donde Carabineros nunca llega.
Para los que no saben a quienes me refiero, los invito a leer el artículo publicado el 15 de mayo del 2019. "LOS INTOCABLES HIJOS DE NADIE".
Material audiovisual que repiten una y otra vez en los medios de comunicación como una forma de criminalizar la inmensa cantidad de exitosas manifestaciones pacíficas que poco muestran.
Uno cree que el Presidente está perdido, que no encuentra las herramientas para erradicar al grupo minoritario de “manifestantes” que salen a las calles sólo a destruir. Pero pensándolo bien, a lo mejor no le importa, los grandes saqueos e incendios son propiedad de los adinerados de nuestro país que muy pronto estarán cobrando sus seguros, sin mirar atrás la inmensa cantidad de cesantes que dejan a su paso. ¿Y cómo ayudar a las PYMES? Con créditos blandos, ¡Qué bonito, otro abuso¡, corresponde que les paguen todas sus pérdidas, porque ellos sí que quedaron mal, producto de esta crisis y no tienen como volver a pararse. Pero, si el Estado dice una vez más que no puede pagar estas pérdidas, los créditos deben ser a 30 años plazo, que es el tiempo que los chilenos hemos aguantado todas estas injusticias. ¡Ah¡, y en cuotas fijas.
La ciudadanía sale a las calles, cuando ya se cansó de no ser escuchada y porque quiere sumar a lo que ya tiene, lo que le corresponde. Entonces ¿Cuál es la lógica de los que destruyen lo que ya tenemos? Con esto vuelven a mi memoria recuerdos de mi niñez. Cuando mis padres me compraban zapatos nuevos yo igual cuidaba los viejos y nunca olvidaré una sabia premisa que se practicaba en casa y que escuchaba siempre de ellos y que era “Cuando no hay lo que hace falta, es bueno lo que no sirve”.
Y lo que ya colma la paciencia, es la agresión sostenida hacia Carabineros, que hagan lo que hagan siempre salen cuestionados. Ellos sólo reciben órdenes de sus altos mandos que nosotros no conocemos y tampoco sabemos si tienen la preparación suficiente para llevarlas a cabo. Entonces, no nos confundamos. Alguno de ustedes ¿Ha hecho el ejercicio de ponerse al menos por un minuto en los zapatos de un Carabinero?
Detengámonos un poco y pongámonos a pensar, que debajo de ese uniforme hay un hombre, un trabajador, un chileno más y detrás de él una familia que puede estar sufriendo las mismas inequidades que todos nosotros. No es sano para la salud mental de ningún trabajador las condiciones en que ellos lo están haciendo, aunque el gobierno siga diciendo que Carabineros no está sobrepasado, esto no es así, para poder cumplir sus tareas están sometidos a muy escasas horas de sueño y descanso, prolongadas jornadas de trabajo, sumado a un ambiente de permanente hostilidad. Nadie merece ser agredido por el que le sirve. Todo trabajador merece un buen sueldo y por sobre todo un trato digno por lo que hace. Entonces ¿Por qué en algunas marchas pacíficas se escuchan consignas de agresión verbal hacia Carabineros?¿Por qué vemos murallas con insultos hacia ellos? Esto también es violencia.
Ellos, también tienen Derechos Humanos y para realizar bien su trabajo deben tener una buena salud mental. Los Carabineros de las calles son sólo la cara visible de la institución y merecen el respeto de todos nosotros.
Debemos aprender a escuchar lo que no se dice, el gobierno quiere criminalizar las manifestaciones y que de paso los manifestantes satanicen a Carabineros, pero no permitamos que nos confunda y con más fuerza debemos seguir adelante.
Cada día que pasa recuerdo las consignas que se usaban en las primeras jornadas de manifestaciones, “Chile despertó” y me pregunto. ¿No estaremos todos dormidos y esta es una pesadilla? Pero no, es real.
Los habitantes de Cañete fuimos ejemplo nacional por nuestro comportamiento cívico en el terremoto del 2010, los invito a repetir esta experiencia y ojalá podamos ser capaces de contagiar con este ejemplo cada rincón de nuestra tierra, para levantarnos y que Chile comience a sanar de sus heridas.
Como todos queremos que retorne la paz a nuestro país, debemos comenzar por practicarla, sobre todo en las manifestaciones pacíficas.
La lucha es por nuestra dignidad y sueldos justos, no contra Carabineros.
“LOS CHILENOS BIEN NACIDOS, QUE RESPETAMOS LAS LEYES Y QUEREMOS NUESTRA PATRIA, SOMOS MUCHOS Y SEGUIMOS TENIENDO EN EL CUERPO DE CARABINEROS DE CHILE A UN AMIGO EN NUESTRO CAMINO”
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