Ya ha pasado un año y un poco más, y los números no mienten, el rubro de la construcción, nuevamente vuelve a mostrar números rojos, reflejando como está la economía en nuestro país, estancada.
De acuerdo a lo señalado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), los números señalan que durante trece meses la actividad en el rubro de la construcción ha caído, y qué sólo durante el mes de septiembre se perdieron miles de puestos de trabajo. Los factores son muchos, pero a la vez son claros, el país está sumido en un estancamiento, el país no está creciendo, lo que refleja que la conducción del país está con un rumbo errado, desde hace un buen rato.
Si bien hay otras áreas de trabajo que también reflejan cómo se comporta o se está comportando la economía, como la minería por ejemplo, la construcción refleja de sobremanera cómo se siente las políticas económicas que el gobierno está llevando a cabo, no desde ahora, sino desde que están a cargo de administrar el país. La construcción es quizás el rubro que más atraviesa la sociedad, pasando de la clase más alta, pasando por la clase media, hasta el segmento más pobre, por lo que es uno de los termómetros más validos al momento de tomar la temperatura económica de Chile.
Uno podría pensar que es sólo la región Metropolitana, la que muestra números negativos, por tener por un lado la ciudad capital, y por otro lado la zona donde más se construye en nuestro país. Pero lamentablemente no es así, el decrecimiento en el rubro de la construcción no sólo se suscribe a Santiago, se extrapola a regiones como Los Lagos, Valparaíso y O´Higgins, sólo por nombrar las que tiene los índices más altos (negativos claro está).
Sin embargo, no se puede obviar, lo que está aconteciendo en estos días, a razón, de que estamos ad portas de una elección presidencial, y por ende un gobierno saliente. No significa caer en la crítica fácil, lo que sería precisamente fácil, pero un cambio de gobierno, bajo las expectativas que se tiene, hace que indudablemente las cifras cambien, de negativo a positivo, de a poco, lentamente, pero con un rumbo al alza.
Los expertos en política, y a su vez los del rubro de la construcción lo señalan, cuando se está frente a cambio en la conducción del país, los números, la sensación, las expectativas, y en definitiva la realidad comienza a reflejar las expectativas que se espera de ese cambio, y en este caso los números comienzan a ser positivos, comienzan a ser azules, bienvenido el cambio.
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